Sirena - soogyu

1.

Londres es un lugar precioso para vivir: hermosas estructuras, encantadoras cafeterías y bares. Por supuesto, Choi Soobin quería comenzar una nueva vida allí. Soñaba con ello, su mejor amigo siempre le contaba cosas fantásticas sobre lo que significaba vivir en Londres. Así que, en cuanto tuvo la oportunidad, no dudó ni un segundo en aprovecharla.

Su amigo le había ayudado a conseguir un trabajo en un bar local y un apartamento con una maravillosa vista. Con tan solo 23 años, se estaba mudando al lugar de sus sueños, por lo que sentía que su vida estaba tomando el rumbo correcto.

- ¡Es la última caja! Gracias por ayudarme con la mudanza, Kai.

- No te preocupes, yeyo y yo vivimos a solo dos cuadras, así que ya sabes que puedes venir a la casa cuando quieras. Es como tu casa después de todo.

- No quiero molestar a Yeonjun.

El rubio rodó los ojos con falso fastidio - Como si eso fuera a suceder, sabes que te quiere.

- De acuerdo - respondió Soobin, conteniendo una risa al ver la expresión de su amigo- Entonces me iré en coche para conocer mi nuevo trabajo.

- Me parece bien. Yeonjun y yo iremos mañana a verte, ¿vale?

- Gracias.

- De nada.

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Cuando llegó a la dirección que le había indicado el rubio antes de irse de su casa, corrió a bajar su guitarra y demás equipo del auto. Una vez entró al lugar, se sorprendió, era tan bonito y elegante.

- Buenas tardes - saludó a uno de los chicos que estaba limpiando las mesas - mi nombre es Choi Soobin.

- Oh, eres el nuevo cantante.

- Sí, correcto.

- Soy Kang Taehyun - se presentó el muchacho de cabello rosa estirando una de sus manos en señal de saludo, era un poco pequeño en comparación con él y tenía unos ojos bastante grandes - solo dime Taehyun.

- Un gusto Taehyun - respondió al saludo - ¿Algún consejo en especial?

- Ninguno, el escenario ya está limpio, así que si quieres, puedes hacer una prueba de sonido y lo demás ahora mismo.

- Bien, genial, gracias.

- Vale.

Acomodó su micrófono y conectó su guitarra mientras tarareaba una canción, estaba tan feliz. Así que se dedicó a terminar de acomodar todo hasta que algo llamó su atención, o bueno, más bien alguien. Tenía cabello castaño con una hermosa rosa roja adornandolo y unos ojos miel preciosos, se encontraba hablando con un anciano que trabajaba en el lugar, por lo que supuso que era alguien que también trabajaba allí.

Su belleza lo había embrujado y sintió su corazón latir con fuerza cuando el contrario sonrió. ¿Era posible que algo así ocurriera? Probablemente muchos le dirían que no y que solo estaba exagerando, pero el pelinegro no lo sentía así. De verdad sentía que podría hacer cualquier cosa que aquel chico le dijera.

¿Eres Choi Soobin? - Escucho una voz de repente que lo sacó de su ensoñación.

- ¿Oh? Digo, sí, soy yo.

- Mi nombre es Sakura y soy la dueña del bar. Espero que podamos trabajar bien juntos y que te sientas como en casa aquí con el paso del tiempo.

- Muchas gracias por la oportunidad, daré lo mejor de mí.

- Me alegra escuchar eso. Bueno, te dejo. Mañana será tu primera función a las 8:00.

- Entendido, buen día, adiós.

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- Hola.

- Binnie, Bin, Soobinniee. ¿Cómo te fue hoy conociendo tu lugar de trabajo?

- Bien, no sabía que existía un bar tan bonito.

- Lo sé, es el bar favorito de Yeonjun y también el mio. Nos conocimos allí. Pero desde que falleció uno de los antiguos cantantes, nadie se había postulado para el puesto. Así que pensé, bueno ahora el bar necesita un artista y mi amigo necesita un trabajo si se piensa mudar a Londres. Muy inteligente, ¿no crees?

- Dirás conveniente.

- Lo que sea, Yeonjun dice que mañana, después de que termines tu función, cenes con nosotros en casa.

- Entonces compraré un postre en el camino.

- Entonces no llevaremos auto porque tú nos traerás.

- Bueno, sí, nos vemos mañana. Tengo sueño.

- Dulces sueños, te quiero.