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Han pasado dos meses y el bar está lleno de gente hoy. Había un evento especial por el cumpleaños de la dueña.

- Soobin, espero que me des una buena serenata hoy - le dijo Sakura al chico.

- Claro, jefa - respondió antes de ver una silueta familiar, era su chico lindo - Hola lindo, ¿quieres que vayamos a caminar un rato después del trabajo?

- Claro.

Aún le faltaba mucho por aprender en cuanto al lenguaje, pero cada vez lo hacía mejor, y ahora podía mantener casi al completo una conversación con el castaño.

- Bien, entonces también deberías hacerme un espacio para mañana por la mañana.

Los ojos del contrario brillaron curiosos - ¿Qué haremos?

- Quiero mostrarte un lugar.

- Me encanta la idea.

Nuevamente, otra noche exitosa. Incluso su jefe lo había felicitado por la asombrosa presentación que había dado. Taehyun, Yunjin y Hanni también lo alagaron alegremente, y por supuesto Beomgyu, aunque no pudiera escucharlo, corrió sonriendo a abrazarlo.

- ¿Nos vamos? - preguntó Soobin mientras agarraba su mano.

- Sí.

Tuvieron una mini velada en la que el pelinegro contaba anécdotas de su vida al contrario, quien no podía dejar de reír. Una vez llegaron frente a la casa de Beomgyu, este se aferró como un koala a Soobin. No quería despedirse, pero veía incorrecto pedirle que se quedara con el cuando no eran nada más que "amigos". Entonces,un click en su mente sonó. ¿Estaba empezando a sentir inseguridad de hacia dónde iba su relación con Soobin?

Bueno, esas dudas no durarían mucho tiempo.

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- ¿Entonces?

- Ya te lo dije, Kai. Voy a pedirle mañana que sea mi novio.

- Vaya, ya era hora. Llevas dos semanas llorando porque no sabías cómo hacerlo.

- No seas malo - apareció Yeonjun por la puerta de la cocina con un helado de chocomenta entre sus manos - ponte en los zapatos de Soobin. Yo también estuve nervioso cuando te pedí que fueras mi novio.

- Aprende de tu novio - señaló el pelinegro - aunque él también tiene defectos, le gusta la cosa esa que tiene en sus manos.

- ¡Oye! Yo no te juzgo porque te gusta el anime.

- Tiene un punto - señaló Kai mientras buscaba una película en la televisión.

- Lo que sea, mañana tendré oficialmente novio si todo sale bien.

- ¿Y si sale mal?

- No me eches la sal, gracias. Pero si es así, entonces voy a llorar toda la semana mientras veo anime y escucho música triste.

- Bueno, entonces suerte.

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- ¿A dónde vamos?

- A un lugar muy lindo.

Beomgyu levantó la ceja inconforme con la respuesta, le gustaban las sorpresas, pero no le gustaba no saber las cosas.

- Entonces, ya llegamos - señaló Soobin un viejo edificio.

- ¿Es aquí?

- Sí, vamos a subir.

- De acuerdo.

- Ven, ten cuidado - dijo el pelinegro antes de estirar sus brazos para ayudar al contrario a subir hasta el balcón.

Sin duda alguna, fue una gran idea. Los ojos de Beomgyu brillaban intensamente, nunca en su vida había visto algo tan hermoso. Podía ver toda la ciudad desde aquel viejo edificio y se sentía ensimismado, no quería irse jamás.

Soobin tocó su hombro para llamar su atención rápidamente.

- ¿Te gusta?

- Me encanta.

El pelinegro sonrió satisfecho.

- Beomgyu, tengo algo que decirte.

- ¿Qué es?

- Yo creo que ya sabes de mis sentimientos, pero me gustas demasiado. Creo que caí por ti desde el primer día que te vi y ahora que te conozco mejor, te quiero cada vez más,   yo quiero poder besarte y abrazarte todos los días, así que, por favor Beomgyu se mi novio.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Beomgyu, alarmándolo.

- ¿Dije algo mal?

El contrario negó con la cabeza antes de tomar sus labios, esa era su respuesta. Soobin ahora se sentía en el cielo, esos labios sabor fresa con los que tanto fantaseaba ahora eran suyos.

- Sí, quiero ser tu novio, Soobin.

Ambos sonrieron felices, ahora estaban juntos.

Sirena - soogyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora