Sirena - soogyu

4.

- ¿Y cómo te fue, Romeo? - preguntó Kai mientras se sentaba en el sofá.

- Pésimo, no sé si el nombre que me dieron es el suyo y el tiburón tampoco sirvió.

- Qué mal. Esta noche vendré con Yeonjun para ver películas aprovechando que es viernes, anímate un poco.

- Hoy tengo que llegar un poco más temprano porque no nos dieron nuestra paga ayer por un inconveniente que tuvo la jefa.

- En ese caso, ya deberías irte y yo también. Nos vemos luego.

- Cuídate.

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- Bueno, esto sería tuyo - dijo la pelirroja mientras le entregaba el dinero.

- Gracias, Yunjin.

- De nada.

Volteó dispuesto a caminar hacia el escenario para organizar sus cosas, pero el repentino choque contra alguien lo hizo detenerse. Volvió a mirar a la persona y definitivamente era quien menos se esperaba: el lindo chico que últimamente ocupaba su mente estaba frente a él.

- Dios, cómo lo siento. Perdón de verdad, es que estaba distraí...

Dejó de hablar cuando el chico movió sus manos indicándole que parara, y luego hizo un par de señas más indicándole que no podía escuchar ni hablar.

Ahora lo entendía, no era que lo ignorara. Él no podía escucharlo. Se apresuró a tomar una hoja de papel y un lápiz que estaban en una de las mesas para escribir algo.

- "Hola, soy Soobin. Un gusto conocerte".

El contrario sonrió con timidez mientras tecleaba algo en su celular.

- "Hola, Soobin. Soy Beomgyu. Un gusto conocerte".

- "Disculpa por el choque de hace un momento, es que estaba un tanto distraído".

- "No hay problema, yo tampoco estaba viendo por dónde iba".

- "¿Podría invitarte a algo más luego, en forma de disculpa?"

Beomgyu sonrió. - "Claro".

Se quedaron mirándose el uno al otro por unos segundos, hasta que alguien tocó el hombro del castaño. Era Taehyun.

- Beomgyu, ¿puedes venir a ayudarme con algo? - dijo mientras usaba lenguaje de señas - ¡Oh, hola, Soobin!

- Hola, Tae, ¿qué tal?

- Todo bien - dijo por último antes de mirar nuevamente hacia Beomgyu - ¿Entonces vamos?

- Sí, vamos.

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Luego de terminar su presentación, corrió a buscar a Beomgyu, quien se encontraba frente a la barra. Llevaba un cuaderno, ya que no sabía hablar con lenguaje de señas. Así que tocó el hombro del contrario, quien volteó a mirarlo inmediatamente.

- "Hola, otra vez".

- "Hola", escribió Beomgyu en otra hoja que vio de reojo frente a él.

- "Entonces, ¿qué quieres de beber?"

El castaño puso una cara triste - "lamentablemente no puedo tomar algo contigo hoy. Pero, ¿qué tal si te doy mi número y quedamos en un café o algo?"

- "Me parece bien, además podrías enseñarme un poco de señas. Creo que es incómodo hablar solo con papel".

- "Está bien".

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- Soobinnie, ya llegamos - gritó Kai cargando una caja de donas y a su lado estaba su novio con una caja de pollo frito.

- Hola - respondió el chico alegremente.

- Vaya, tienes cara de que estuviste en el universo de la felicidad.

- Eso es porque estuve allí.

- ¿Es así?

- Sí, finalmente pude hablar con el chico del bar.

- Ya era hora - intervino Hueningkai mientras sacaba unos platos de la cocina - y ¿qué tal? ¿Su voz también es linda? ¿Cómo fue que no te ignoró otra vez? ¿Si se llama como dijiste?

- Bueno, sí se llama Beomgyu y resulta que no me ignoró.

- ¿Entonces?

- No puede escuchar y tampoco puede hablar.

- ¿Es sordomudo?

- Sí.

- Vaya - dijo Yeonjun -, eso sí fue inesperado. ¿Pero cómo hablaste con él? Tú no sabes lenguaje de señas.

- Bueno, por papel...

- Necesitas un desarrollo de personaje urgente - agregó el rubio, que ahora estaba sentado en el sofá buscando una película.

- No lo digas como si fuera alguna novela o serie para maratonear.

- Por supuesto que lo es. Ahora finalmente podrás empezar a establecer una relación con el chico que te atrae, pero tienes que aprender señas para poder comunicarte con él.

- No me tienes ni un poco de respeto.

- Obvio no, eres mi mejor amigo. De eso se trata la amistad.