𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐄𝐑𝐒 | cristessi

𝐌𝐢𝐝𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐑𝐚𝐢𝐧

Fem!Leo

Cristiano Ronaldo era el mejor jugador del mundo. Delantero número 7 del Real Madrid, era el sueño de toda chica. O al menos eso se pensaba.

Cristiano se sentía profundamente atraído por una jugadora del equipo rival. Lionella, Lío Messi, una bonita argentina, chaparrita y tímida pero con la velocidad de una bala cuando corría tras el balón.

Los equipos masculinos jamás se enfrentaban a los femeninos. Él la conoció en la gala del Balón D'Or. Ella estaba nominada a la jugadora del año. Se veía tremendamente sexy en ese vestido corto, de color azul celeste. Se había sentido atraído por varias mujeres anteriormente, pero ninguna pareció robar su corazón como ella.

—Un gustó, señorita Messi... —le estrechó la delicada mano, que era bastante pequeña en la suya. Se preguntó qué se sentiría sostener esa mano todos los días.

—Señor Ronaldo... —le devolvió el saludo con la misma formalidad y una risilla. La encontró adorable.

—Espero que gane el balón de Oro, realmente se lo merece...

—Espero lo mismo... no hay necesidad de ser tan formales, Cristiano.

—¿Entonces te llamo Lionella o Lío? O Leo...

—Lío —respondió la joven con una sonrisa.

—De acuerdo, Lío.

A partir de ahí, se les había visto juntos varias veces. Titulares de farándula con títulos como «CR7 y Lío Messi juntos en NY», «Del odio al amor hay un paso», «La histórica rivalidad Madrid Barça en una romántica historia».

Sí nunca les pasó que les empezó a gustar una persona con las que les hicieron shipp, no pueden comprender a Lío. A ella no le gustaba Cristiano. Claro que le parecía un hombre atractivo, pero ella por alguna razón tenía un flechazo por el número 3 del Barça masculino, que de cualquier modo no le haría caso, estaba saliendo con la reina del pop latino.

Pero después de esa gala del Balón D'Or, había sido invitada por Cristiano a salir a varios lugares, en plan amigos. Incluso la llevó a Madeira y ahí tuvieron su primer beso.

—Lo siento... no debí... —se disculpó el portugués, alejándose de los rosados labios de la menor, quién estaba sonrojada.

—No te preocupes...

A partir de ahí, ese par de “amigos” terminaban sus reuniones con un beso. Varias veces, en especial en las vacaciones después de temporadas, salían de España junto a Cristiano Jr. el hijo de su ¿amigo? ¿novio? Ni siquiera sabía qué tipo de relación tenían.

—Lío y tú se ven bien juntos —dijo Sergio Ramos, amigo de Cris.

—Sí, lo sé.

—Además te controla bien, te trae amarrado. —Se burló. —Nunca pasarán de moda.

Los sentimientos de más de amistad iban creciendo entre ambos. Pero a pesar de eso, siempre hubo un problema. El fútbol femenino no era muy consumido, todos preferían el masculino y a las jugadora siempre se les hacía menos de alguna manera u otra.

Lío odiaba eso. Varias veces se preguntó qué hubiera pasado si hubiera nacido hombre. Nadie la estaría cuestionando como la mejor jugadora de la década. Ella sería un líder valiente y la seguirían sin dudar.

Cuando Argentina quedó descalificada en la Copa Mundial Femenina, recibió mensajes de odio, incluso amenazas de violación y muerte. En todo ese tiempo, Cristiano estuvo a su lado, apoyándola, pero sentía que nadie la comprendía realmente.

—¿Entonces, Lío, estás en una relación con Cristiano Ronaldo? —la preguntó hizo que su sonrisa se borrara, pero de inmediato la recompuso, ¡pero se suponía que esa entrevista trataba de ella y el avance de las mujeres en el fútbol!

—Se podría decir que sí... ¿Qué cree usted?

—Hay fotos muy románticas de Ronaldo ayudándote a bajar del coche, por ejemplo, o de ustedes paseando juntos de la mano.

—De igual forma, los amigos también de dan la mano...

—¿Pero ustedes son solo amigos?

—...No...

Y ahí estaba. La confirmación que tanto estaba esperando el público.

—¿Y cuándo se casarán? —esa pregunta sí que la desconcertó.

—¿Cómo?

—¿El anillo para cuándo?

—Hemos iniciado la relación hace poco... es muy pronto para pensar en eso...

Y así, cada entrevista siempre se desviaba a su relación con Cristiano. Le molestaba mucho. A su novio está vez le preguntaban sobre su relación, pero parecía que por su lado, solo debían enfocarse en qué tan bien iba la relación, olvidando que ella también era futbolista.

Y parecía que las ideas de matrimonio se habían colado profundamente en la mente del mayor. En su cuarto aniversario, él se presentó frente a ella en un bonito restaurante en París, con un hermoso anillo, costoso y el diamante más bello que Lío hubiera visto.

—Todo lo que me preguntan siempre, siempre, siempre es ‘Si vas a ser algún día la esposa de Cristiano Ronaldo’. Cris, te amo, ¿pero nunca te has puesto a pensar en lo molesto que es solamente ser reconocida como ‘la novia de CR7’?

—Amor...

—Déjame terminar. En el fútbol siempre hacen menos a las mujeres, solo admitan que les gusta ver hombres musculosos corriendo detrás de una pelota y ya...el punto es que, desde niña, todos me dicen que esto no es lo mío, incluso había gente que quería ponerme en esa mierda de los años 50: solamente ser una bonita ama de casa y una máquina de hacer bebés...

—Lío, yo reconozco tu nivel como jugadora, sé que eres grandiosa y siempre he admirado tu labor como capitana, amor...

—No digo que seas vos... pero sí es molesto que solo me respeten por ser ‘la mujer del capitán’, ¿no merezco respeto por el simple hecho de que soy un ser humano?

—Lo mereces, hablaré con la prensa, amor, no te preocupes...

—Quiero casarme, Cris, tenés eso asegurado, pero no quiero limitarme a que me vean como tu mujer. Lo siento. Te amo, pero no estoy en momento de aceptarte el matrimonio, ¿quiero? Sí pero no ahorita.

Él era un rayo de sol. Ella era lluvia de medianoche. Él quería algo estable, una familia, quería darle más hermanitos a Cris Jr., quería darle la mano a esa hermosa mujer y podes decir que era su novia.

Pero ella quería ese dolor. Ella estaba haciendo su propia fama, su reputación, su propio nombre. Él siguió siendo el mismo. Pero todo en ella cambió como la lluvia de medianoche.