ADVERTENCIA: este capítulo está ambientado en Hogwarts (Universo Harry Potter). Si no están familiarizados con las características acá tienen para averiguar lo que necesiten: https://harrypotter.fandom.com/wiki/Main_Page
Lisandro, Cristian y Nahuel se habían conocido a los once años, cuando los tres comenzaron sus estudios en la escuela Hogwarts de magia y hechicería. Desde el primer momento en que entablaron una conversación se hicieron amigos al instante, ya que sus personalidades congeniaban muy bien y tenían muchísimas cosas en común.
Su valentía, fuerza y audacia (que a veces rozaba la imprudencia) habían hecho que tanto Cristian como Lisandro fueran ubicados en la casa Gryffindor, mientras que la honestidad, lealtad y paciencia de Nahuel lo habían sorteado dentro de Hufflepuff. Esto no fue un impedimento para que el trío continuara con su amistad, sino más bien todo lo contrario: hacía seis años que su amistad se reforzaba día a día, ya sumergidos en las aventuras propias de la adolescencia.
En su llegada a la escuela habían conocido, también, a otros compañeros con los cuales entablaron una amistad: Julián, el Hufflepuff más amable que jamás nadie hubiera conocido y Nicolás, otro Hufflepuff que se destacaba por su constancia y su trabajo duro. Por el lado de los Slytherin (la casa quizás más polémica, ya que tenían una reputación bastante dudosa) se encontraba Emiliano, quién era ambicioso y muy astuto, con una increíble habilidad para jugar con la psiquis de cualquiera que lo desafiara, además de Enzo y Leandro, dos chicos con cierta tendencia a romper las reglas, pero muy determinados a lograr todo lo que se proponían. Dentro del grupo de los Ravenclaw, Alexis y Paulo se destacaban por su ingenio, creatividad y sabiduría; mientras que dentro de la casa que compartían Lisandro y Cristian también se encontraba un corajudo chico llamado Rodrigo.
...
La clase de pociones era la más tediosa para Cristian, ya que siempre se olvidaba de algún ingrediente o fallaba en el procedimiento, provocando que los resultados fueran desastrosos. Su profesor, el exigente Slytherin llamado Lionel, siempre le hacía notar que debía poner más empeño si quería aprobar la materia, es por tal motivo que todos se sorprendieron por lo que ocurrió aquella clase.
-Cristian -lo llamó Lionel - ¿podrías leer la explicación del manual, por favor? Página 25.
El chico buscó en su bolso su manual, completamente avergonzado al notar que se lo había olvidado. Su amigo Lisandro llamó su atención de un codazo, indicándole la página de su propio libro. Cristian aclaró su garganta y comenzó a leer en voz fuerte y clara:
-Amortentia es el Filtro de Amor más poderoso que existe. Provoca un enamoramiento u obsesión poderosos en el bebedor. Tiene un brillo nacarado y el vapor se eleva en espirales característicos.
-Disculpe, profesor -lo interrumpió Paulo - ¿es posible enamorar a alguien con una poción?
-Epa, Paulito -bromeó Emiliano – no creo que con esa carita necesites ninguna poción para enamorar a nadie.
-Buena pregunta, Paulo -el profesor sonrió, ignorando el chiste del otro alumno -no, la Amortentia no crea amor real; es imposible fabricar o imitar el amor. La persona bajo el efecto de la poción solo tendrá una obsesión por la persona que la administró.
Cristian frunció el ceño, confundido. Últimamente no pensaba demasiado en el amor; a pesar de que tenía muchas chicas con las cuales solía salir, con ninguna le pasaba eso que algunos de sus amigos solían describir como amor. Una sola persona le provocaba sentimientos lo suficientemente confusos y fuertes como para llegar a preguntarse qué era lo que le estaba pasando... y de ninguna manera le daría esa poción.
-Bien, manos a la obra -Lionel lo sacó de sus pensamientos con su voz -tomen sus ingredientes y sus calderos, y comiencen a prepararla.
Observó de reojo cómo su amigo Lisandro se quitaba su túnica y se arremangaba la camisa del uniforme, dejando al descubierto algunos de sus tatuajes que recientemente se había hecho. Se sobresaltó al notar que Nahuel lo miraba con expresión inquisidora, como si quisiera descifrar algo.
-¿Qué pasa? -le preguntó a su amigo, sin rodeos.
-Nada... -Nahuel sonrió maliciosamente -espero que no te hayas olvidado también de tu caldero.
Cristian ignoró su comentario y se puso a trabajar.
Al cabo de media hora, su poción estaba lista. Pudo observar con orgullo cómo por primera vez el resultado era el esperado: el líquido desprendía un bonito brillo nacarado, mientras que el vapor que desprendía se elevaba formando espirales.
-Excelente, Cristian -Lionel le palmeó la espalda.
El profesor tomó el caldero y lo movió un poco, para examinar su contenido. Efectivamente, el resultado había sido sobresaliente.
- ¡Alumnos, presten atención! -los llamó, alzando la voz -Cristian logró una Amortentia perfecta.
-Bueno, parece que Cuti anda con ganas de enamorar a alguien -bromeó Leandro, mirando de reojo a Lisandro.
Cristian sintió que se le ponían rojas las orejas de vergüenza, pero los Gryffindor jamás retrocedían.
-Me parece que ese sos vos con Rodrigo -le devolvió el comentario con ironía.
-No jodan, es peligrosa la poción -Alexis los sermoneó -una vez vi una chica obsesionada con otro porque se la había dado. Le tuvieron que dar un antídoto para sacársela de encima.
-Bueno, suficiente -Lionel los frenó, ya se le estaba agotando la paciencia -Cristian, te invito a que huelas la poción.
Se acercó con cautela al caldero y olió: lo sorprendió notar que el vapor desprendía una agradable mezcla de fernet, césped recién cortado y... esencia de palo santo.
-¿Y? -Nahuel lo provocó -¿qué olor tiene?
-Fernet, césped de la cancha de Quidditch y... y... el tercer olor no lo distingo muy bien -mintió.
Era sabido que la poción tenía un aroma característico para cada persona, que se relacionaba íntimamente con lo que a cada uno le gustaba. El fernet y el césped tenían mucho sentido, ya que estaba claro que eran su bebida favorita y su lugar predilecto de la escuela, pero el palo santo... una sola persona en toda la escuela era conocida por sahumar y perfumar su habitación y cada una de sus pertenencias con esa fragancia.
-Está bien, Cristian -su profesor le palmeó la espalda -a veces, la fragancia de la poción varía según los gustos a cada momento. Pero al reconocer esos olores está claro que está muy bien lograda para vos.
...
Esa noche, cuando intentaba conciliar el sueño, no pudo dejar de pensar en la increíble revelación que había tenido durante la clase de pociones. Si bien hacía tiempo que había empezado a notar sutiles cambios en sus sentimientos hacia esa persona, le atribuía la confusión a la cercanía de su amistad. Estaban casi todo el tiempo juntos compartiendo fiestas, partidos de Quidditch, clases y aventuras; estaban tan unidos como amigos que jamás hubiera pensado que podría llegar a sentir algo parecido al amor. Siempre habían sido un trío de amigos inseparables junto con Nahuel, pero últimamente su corazón latía más fuerte de lo normal cuando ellos dos se quedaban a solas.
Se dio vuelta y observó en la penumbra de la habitación cómo su amigo dormía plácidamente en su cama, con expresión completamente relajada. La poción le había dado una respuesta contundente, que ahora sabía con claridad: se estaba enamorando de Lisandro.
N/A: bueno, he alcanzado el pico máximo de mi delirio (?) me costó bastante sortear a los chicos en las casas así que espero que les guste. Si les gusta la idea tengo planeada una segunda parte para continuar este capítulo, pero si no les parece buena idea lo dejo en el olvido jajajsj
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Una y mil veces (Cuti x Licha AU)
FanfictionUna serie de OS (One shots, capítulos únicos) donde Cristian y Lisandro se enamoran en diferentes universos.