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#122 Parte 2

Corrí por el pasillo y me senté fuera del baño justo a tiempo para ver a Nami salir junto a Robin, Nami llevaba una bata de baño y Robin una toalla alrededor del cuerpo, la niña me sonrió.

-¡Estas aquí!

-Te prometí que estaría aquí.- Le devolví la sonrisa y ella sonrió aun más abiertamente.- Ahora, es momento de que vayas con Nami, te cambiaras, te peinara y después vendrás conmigo por que tengo una sorpresa para ti, ¿De acuerdo?

Robin asintió rápidamente y Nami comenzó a avanzar después de haber tomado la ropa que yo traía para Robin, quien comenzó a seguirla por el pasillo.

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Dejé a un lado las pesas cuando vi a una pequeña niña correr en cubierta hacia mi, llevaba la ropa que le había conseguido, pero parecía llevar también un pantalón, el cabello lo llevaba trenzado y tenia un poco de brillo en el rostro, suponía que Nami le había colocado algo.

-¡Ya regrese! ¡Nami me ha puesto mascarillas! Y me dijo que yo en el futuro era alguien muy bonita e inteligente, ¿Es eso cierto?

Me atrapó, en una circunstancia normal le diría simplemente que si para sobrellevar la situación, pero es que ponerme a pensar en ella como una persona adulta era algo serio, Robin era bellísima, tenía la mirada más fría qué pudiera existir, sin embargo, me derretia con un parpadeo aunque no quisiera llegar a admitirlo nunca.

-Así es.- Murmure.- Tu versión adulta es bellísima e inteligente.- Ella sonrió aún más.- Pero ven, te mostraré lo que hay para ti.

Me puse en pie acomodando las pesas en su lugar y después le extendí la mano para que la tomara, así caminamos por cubierta hasta llegar a la biblioteca del barco, me detuve unos segundos y abrí la puerta.

-Bienvenida a tu biblioteca privada.

La escuché decir un "Woaaaah" enorme mientras entraba a la biblioteca, por que eran estanterías enormes llenas y llenas de libros que mayormente traían ella y chopper, así que seguro que todos esos le interesarían.

-¿Puedo pasar?

-Adelante, este es tu trozo del barco.

Entró corriendo y comenzó a leer títulos, apilando libros sobre libros que se prometía a ella misma leer, la vi recorrer cada espacio, cada esquina y acomodarse con una pila de más de diez libros sobre el suelo.

-¿Por qué no te subes al sofa?- Le pregunte acercándome con una botella en la mano, si iba a acompañarla a uns aburrida sesión de lectura, mínimo debía estar entretenido.

-¿Tengo permiso de hacerlo? Bueno, me bañe así que no lo puedo ensuciar y...

-Niña, puedes hacer lo que te plazca.- Me deje caer en el suelo a su lado.- Si quieres subir al sofá puedes hacerlo.

Ella me sonrió mientras se acercaba un poco a mi para usarme de almohada, yo me encargue de darle un trago a la botella.

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Abrí los ojos con pesar, me encontré a Robin dormida justo a mi lado en el suelo, estaba hecha un ovillo con la cabeza recargada contra mi pierna en una posición no muy cómoda así que iba a tomarla para llevarla a la cama y gritó.

Su grito fue de completo horror mientras se alejaba dando patadas y buscando cubrirse de alguna forma con cualquier cosa, atino a apuntarme con el libro, así que levanté ambas manos.

-Iba a llevarte a dormir a un lugar más cómodo.- Susurré mirando las lágrimas llenar sus pequeños ojos.- Disculpame si te asuste, no sabia que ibas a reaccionar así.

Ella me dio una sonrisa pequeña antes de limpiar sus lagrimas, pero seguían llenando de agua sus ojos así que pareció frustrarse, no pude evitar notar que sus manos temblaban.