Primerizos🔞

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Esta es como un extra en la historia, intentaré el lemon; si lo quieren evitar adelante no afectará directamente a la historia principal.

Era Octubre, dos Omegas jugueteaban en la cama con sábanas lilas, las favoritas de Jimin aunque las rosas con florecitas eran mejores sin embargo habían derramado salsa y tuvieron que cambiarlas; hacía ya un rato que había puesto la sábana y comenzaron a hacerse cosquillas ya que Tae se veía adorable entre los peluches de Jimin y no podía hacer nada ante esa hermosa imágen de su novio secreto, solo su mamá sabía de eso.

— Jimishi~ -fue su madre la que llamaba desde el marco de la puerta así que se separaron riendo- Ya me voy a mi guardia de esta noche, Tae por favor cuida que no se termine el helado del congelador; si necesitan condones hay en el baño

— Mamá!! No digas esas cosas!!! -se escandalizó el de mejillas gorditas que ahora perecían unos tomates muy apretables

— Oh vamos Jimin tienen 18 años, estan en su época hormonal ademas de que llevan ya casi 3 años juntos; no me quieras engañar -hizo sus ojitos de alcancía juzgadores recibiendo la misma mirada tierna y enfurruñada de su cachorro

— No se preocupe señora Park, le prometo que cuidaré muy bien de Jimin -mencionó nervioso Tae

— Muy bien Tete, mañana veré quien podrá y quien no caminar -dijo burlona mientras les daba un beso en la frente a cada uno. Y es que no la jizguen era una señora muy curiosa y más por lo divertido que era molestar a esos polluelos

— Solo dices cosas sin sentido madre, yayaya ya vete -hizo ademanes mientras reía para despedirse bien de su mamá

La señora Park dejó la casa temprano así que los chicos volvieron a su labor de antes, buscar una película de terror que de verdad asustara y no diera pena ajena. Estaban tan aburridos que terminaron poniendo una de acción, Tae se acurrucó sobre las piernas de Jimin mientras esté comía palomitas y le compartía a su chico.

— Te apuesto a que se cae y en el último momento trae un paracaídas escondido en alguna de sus joyerías -comentó Tete

— Oh vamos, si eso pasa por favor, te suplico no empieces a contarme de tus cosas científicas de como eso no podría pasar en la realidad y que lo impide -mencionó el otro chico de broma, sinceramente amaba como su chico se emocionaba y hablaba de lo que le gustaba aunque él no entendiera ni las tres primeras frases

— Ah si ~ entonces tendrás que callarme -se abalanzó Tae quedando sobre la cadera de Jimin y sometiendo sus manos contra el colchón sintiendo la tensión del momento

— Tete~ -habló en un susurro el chico de cabello castaño claro

— Si Min Min~ -no pudo evitarlo y despacio como si todo el universo se hubiera detenido se fue acercando lentamente para besarlo, ya no fue un simple beso donde jugueteaban con sus lenguas.

Cada vez que sus labios se abrían un poco para permitir paso al otro, sentían una descarga eléctrica sobre sus columnas, las manos les picaban por acariciar al otro y sus narices se regocijaban entre sus aromas y el tiempo era completa y totalmente relativo.

— Tae -Jimin fue el primero en separarse para luego hundir su carita en la almohada más cercana

— Lo siento Min Min, yo no quería presionarte. Sabes que solo si estás listo -mencionó acaricando sus cabellos

— Siento tu lubricante por mi cadera y él mío no deja de caer -habló bajito mientras tapaba más su rostro en la almohada

— Podemos hacer algo, sin necesidad de intimar tanto -se acostó a un lado de su bolita de nervios- Si estas totalmente seguro confía en mí y ponte de lado corazón

Omega sin sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora