(Retomando desde el capítulo anterior)
Al salir a la calle y sentir el golpe de la baja temperatura, se dió cuenta de que había olvidado su abrigo en la sala de tutores de la cual había salido huyendo. Maldijo en sus adentros por haber cometido ese error, ya que sumado al frío de la estación también se había dejado caer una fuerte tormenta en la ciudad. Sopesó la idea de regresar a su casillero asignado y tomar el paraguas que sabía tenía en ese lugar, pero temía que Aemond lo interceptara en el pasillo y volviera a querer tener un acercamiento como del que acababa de huir.
Al ver que no contaba con muchas opciones pensó en que lo mejor era tratar de llegar a la parada de autobuses y pedir desde ahí un taxi. Si a Aemond se le ocurría ir en su búsqueda y lo encontraba en ese lugar, al menos podría detenerse de cometer una imprudencia al encontrarse rodeado de otras personas que muy probablemente supieran de su puesto en la universidad.
Corrió hasta la parada, cubriéndose con su vieja mochila la cual se empapó al instante, al llegar se percató de que no había nadie en ese lugar por lo que se apresuró a revisar la app que siempre frecuentaba, solamente para encontrarse con una alerta de tiempo de espera de 40 minutos, ya que por las lluvias el tráfico se volvía más pesado en algunas zonas de la ciudad y eso disminuía el servicio. Se sentía desesperado y nervioso, cansado tanto físico como sentimentalmente, necesitaba salir de ahí y ponerse a salvo en casa, esa tarde realmente habían sido demasiadas las emociones vividas y solo deseaba encontrarse a solas para poder dejar salir toda esa tormenta que había en su interior.
A lo lejos vió acercarse un autobús por lo que rápidamente le hizo parada, el automotor ingresó en la bahía para buses en la que se encontraba, pero la lluvia le dificultaba la visión por lo que no notó a Lucerys y pasó de largo. La velocidad con la que iba provocó que las llantas lo salpicaran con el agua que corría por la cuneta, empapando a Luke de inmediato. Avergonzado pensó que ese probablemente era el día más irreal de toda su existencia, ya que habia tenido días malos como todos los demás, pero en ninguno le había ido tan pésimo como ese.
Al verse en ese estado tan deplorable aceptó que no había nada más que hacer así que con desgano comenzó a caminar bajo la lluvia, sin importarle ya las miradas curiosas de la gente que se encontraba a su paso o de las que iban en la comodidad de sus autos, los cuales también terminaban salpicándolo.
En su caminata reflexionó lo ocurrido con Aemond y sus palabras. El alfa le explicó una parte de lo ocurrido en el cobertizo y le aseguró de que había regresado por él, su omega se encontraba inquieto, le pedía darle el beneficio de la duda mientras pensaba en que quizás todo se haya tratado de un malentendido.
Pero Lucerys Strong era alguien testarudo, cuando sintió que su corazón comenzaba a doblegarse ante esa idea, al imaginarse a un Aemond regresando por él al cobertizo para jurarle amor eterno, descartó la idea y esas infantiles ilusiones, al recordar la otra parte de la historia.
Aunque él hubiera regresado al cobertizo en su búsqueda, eso no lo libraba de la culpa al haberse acostado con él, teniendo ya una pareja. No podía confiar en la fidelidad de ese chico que tanto le gustaba si a la primera de las oportunidades o cuando las cosas se ponían difíciles corría a involucrarse con alguien más.
Eso fue algo que lo atormentó todos esos años, fué el tercero en discordia al menos por una noche, algo en lo que siempre evitó caer pero sin saberlo le había pasado al dejarse llevar por lo que sentía en brazos del chico de sus sueños. Muchas veces quiso preguntarle a Daeron que era lo que le había ocurrido a Alys, pero realmente no tenía un motivo válido o que no lo hiciera verse sospechoso, en su repentino interés por la vida sentimental de su hermano, ya que para su amigo, ellos apenas y se conocían.
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LOST HEAVEN || LUCEMOND
FanficEn la noche de año nuevo, Aemond y Lucerys; deciden dejarse llevar cada uno por sus propios sentimientos y se entregan a una noche de pasión que marcaría el inicio de su historia. Los personajes no me pertenecen a mi, son propiedad de George R.R Ma...