Cuantas vidas tendrán que pasar para que Gojo Satoru se recomponga del hecho de haberla perdido, de tener nada entre sus manos para poder ayudarla como correspondía, hizo todo lo que estuvo a su alcance pero ella simplemente se perdió internamente y...
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–Satoru, debemos regresar –Anunció Suguru acercándose al albino que se encontraba junto a Omanai Riko, en la playa. Satoru observó a Amanai con lastima, estaba un poco cabizbaja-
-Suguru, nos quedaremos otro día más aquí en Okinawa –anunció caminando hacia el pelinegro que frunció un poco el ceño–
–¿Estás seguro? ¿No es peligroso que sigamos aquí? Además, no haz descansado nada, esta noche tampoco vas a dormir –Mencionó un poco preocupado, Gojo lo vio de reojo y luego observó a la jovencita que seguía disfrutando de la playa–
–No te preocupes, esto lo hacemos por ella –la observó– y además tu estás aquí conmigo.
Suguru decidió enviarle un mensaje de texto a Haibara, ya que él junto a Nanami también se encontraban en Okinawa escoltando y vigilando cualquier tipo de novedad que pudiera ocurrir en el aeropuerto para dar aviso inmediato. Nanami no estuvo muy contento con la idea de quedarse un día más en el lugar.
–¿Deberíamos informar a Fukui san? –Preguntó el castaño a Nanami observando aún el mensaje de texto de Geto, el rubio negó con la cabeza–
–Probablemente ellos ya se hayan comunicado, ella debe mantener el colegio resguardado hasta que el recipiente llegue al destino.
–Pero Geto san no me informó si ella está enterada de que nos quedaremos un día más... –Nanami lo pensó un momento para luego responder–
–Envíale un mensaje de texto –autorizó y Haibara inmediatamente texteo a la chica–
"Nos quedaremos un día más, sinceramente no sé si Geto o Gojo san se comunicaron contigo, pero es lo que me acaba de avisar..."
"No, no me habían dicho nada. Gracias, Yu."
[*]
"Un poco de comunicación no vendría mal"
Suguru leyó el mensaje enviado por su amiga e inmediatamente hizo una mueca. Satoru se acercó a leer la pantalla del celular del pelinegro, el albino vio la foto que Suguru había enviado anteriormente.
–¿Y esa foto? –Preguntó Satoru, el pelinegro se encogió de hombros–
–Sólo estaba poniéndola al día –comenzó a teclear un mensaje de vuelta en respuesta a lo que la muchacha le había enviado–
"Lo iba a hacer, perdón. Mañana estaremos de regreso por la mañana, ya está todo listo"
La respuesta fue inmediata.
"Ok"
–Se molestó –anunció Geto guardando su teléfono en el bolsillo de su pantalón, estaban en un acuario. Satoru entrecruzó sus brazos detrás de su nuca, despreocupado–
–Ya sabes cómo es, se le pasará de inmediato –Satoru comenzó a caminar por el lugar por detrás de Amanai y Kuroi, Suguru lo siguió sin objetar ya que seguirían recorriendo el lugar para animar a Riko–
