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Stiles frota su rostro con la esperanza de que las lágrimas desaparezca, se odia a si mismo por haber sido tan jodidamente emocional. Uno pensaría que a lo largo de los años el TDAH se haría menor y la disforia sensible al rechazo se desaparecería, pero parece que cada vez se hace más fuerte.

No logra entender que es lo que sucede ¿Qué debe de hacer para que Derek este feliz?

No hay nada más que desee en esta vida que el hecho de que su esposo sea feliz, que lo mire, que mire a su familia, y diga que eso es todo lo que quiere en esta vida. Derek viene de una familia gigante y feliz, de matriarcas y poder adquisitivo con el que muchas personas apenas pueden soñar ¿Cómo puede luchar contra eso?

Han pasado 10 malditos años y todavía no puede usar el nombre Hale con todo el orgullo que quisiera, ni siquiera cree merecerlo.

Tocan a la puerta del baño y Stiles deja salir un suspiro pues solo podría esperar a su esposo listo para una linda disculpa que le hará sentir mejor un momento, pero no le llevará a ningún lado, como nunca lo hace, simplemente aleja la pelea por un tiempo hasta que explote de nuevo.

A su manera ama que sean así, por lo menos es lo que les ayuda a conocerse, lo que hace que se amen cada día más.

Pero duele como dagas en su corazón y no sabe si tiene la fuerza para abrir aun cuando su mano esta sobre la chapa y lo hace.

–Señor Stilinski, Lady Martin quiere saber si tiene tiempo para hacer el trato sobre la mansión.

Stiles se mira sorprendido, pero asiente sin pensarlo, mira alrededor de la habitación en busca de su teléfono para saber qué hora es con exactitud, pero al no encontrarlo sigue a la mujer a través del pasillo.

No inicia una conversación pues no cree que su cuerpo este lo suficientemente listo como para eso, simplemente camina e intenta respirar calmando el ataque de ansiedad que tiene sobre sí mismo.

La casa es preciosa, capaz es más lujo de lo que Derek tenía en la mansión Hale, pero es tan linda que Stiles podría imaginar que es un principio, un exagerado principio.

Tal vez por eso se siente listo para decir que se retira de la compra. Voló demasiado alto y se quemó las alas.

–Se encuentra adentro.

Stiles asiente –Gracias ¿Podría hacerme un favor?

Ella se ve molesta pero aun así asiente hacia Stiles sin mirarlo a los ojos.

–¿Si?

–¿Si ve a mi esposo puede decirle que estoy con ella y que todo está bien? Tenemos, ya sabe, un momento difícil y no quiero que crea que paso algo malo.

Ella asiente lentamente –No queremos que nada malo le pase, es demasiado preciado.

Esa frase crea un escalofrió en Stiles, una confusión horrible. Mira hacia las paredes antes de ver a la mujer retirarse entonces vuelve a mirarla, pero ahora en serio la mira, ese vestido, tan desgastado, tan anticuado, no es un disfraz, no es una tradición, no es un bucle de tiempo.

No, la respuesta está en esas pareces llenas de cuadros que miran cada movimiento que hace, que esperan que él grite.

Son fantasmas.

Abre la puerta con rapidez y entra con la respiración agitada. Por un momento cree que tiene tiempo para recuperarse del terror, pero Lady Martin se acerca hasta él tocando su hombro ocasionando que grite.

–Dios mío, me asustaste –Murmura poniendo sus manos sobre su pecho intentando calmarse. No ayuda estar frente a un fantasma.

Pero su esposo y su hijo son hombres lobo, no puede impactarse demasiado, seria jodidamente hipócrita.

La mansión embrujada (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora