6.

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Stiles mira a Eli parado frente a él detrás del fantasma rubio con bufanda y piensa en todo lo que le está haciendo sufrir a su hijo. Puede mirar atrás y recordar cuando tomaron la foto para ese estúpido periódico, lo nerviosos que estaban por la entrevista de su hijo, lo orgullosos, lo que tuvo que hacer para convencer a Derek de que tomarse esa foto era una buena idea.

Puede que no lo fuera, lo más probable es que no lo fue pues eso los trajo aquí, pero si algo pasa hoy será algo que recordará por siempre.

Aun si no dejará que termine así.

Los fantasmas, Erica y Boyd le ayudan a vestirse para el gran momento mientras que Stiles repite una y otra vez ese libro sobre fantasmas en su cabeza, cree poder hacerlo, podría arreglarlo, solo necesita un momento.

Así que se lo toma para escribir lo que recuerda y esperar que sea eso lo que necesitan, además de una pequeña nota para Eli por si es que llegan a necesitarlo, por si todo sale mal.

Siente un nudo en su garganta cuando pone esa nota en las manos de su hijo y el pequeño se tira a sus brazos con un fuerte abrazo lleno de desesperación y miedo.

–No puedes hacerlo, papá, por favor –Le ruega. Stiles cierra los ojos con fuerza para tomar toda la serenidad que pueda antes de mirar a su hijo con una sonrisa forzada.

–Oye, nada malo va pasar, yo siempre tengo un plan ¿No es así? –Le pregunta, Eli niega un poco pero con un tartamudeo asiente –No tienes nada de qué preocuparte, saldremos bien de esto y será una historia graciosa la cual compartir.

Eli asiente y abraza a su papá de nuevo y por un momento Stiles se pregunta si esta tan asustado que no puede notar con sus sentidos de hombre lobo que se trata de una mentira, o tal vez simplemente no quiere hacerlo.

–Cuando sientas que es el momento debes leerlo ¿Si? –Se lo pide besando su frente, Eli mira el papel en sus manos y lo aprieta con fuerza asintiendo –Te amo, niño.

–Y yo a ti, papá.

Stiles acaricia el loco cabello de su hijo cuando la señora Martin entra y lo mira de arriba abajo inspeccionando que todo este como debe de estar. Stiles suspira cansado mirando a la mujer quien le sonríe con satisfacción.

–Estás listo, Gemin.

...

Lydia no se atrevió a ver a Stiles mientras se preparaba para el gran momento per una parte de ella quería hacerlo ¿Por qué si el destino había marcado que ambos estuviesen juntos él salía corriendo?

Podía recordar aquellos momentos juntos. Podía recordar contarle cada uno de sus secretos y sueños, cada aspiración y necesidad de correr por una vida donde no importará la nacionalidad, el idioma o el dinero. Donde las personas simplemente fueran felices porque merecen serlo.

Ella no quiere pensar en su propia muerte, no quiere pensar en la culpa que sintió, en cómo se colgó porque perder a su prometido, a su mejor amigo era lo peor que podía sentir y por ello no puede ignorar las lágrimas que escucha caer pertenecientes a dos personas que está separando por un deseo egoísta, por un sueño que perdió cuando decidió terminar con su vida.

–Está llorando –Le dice a su madre.

La mujer deja de peinar el cabello de su hija para mirarla con una gran sonrisa llena de orgullo en su rostro.

–Dicen que los mejores hombres lo hacen, son lágrimas de felicidad y estará aún más feliz cuando te vea caminar hacia él.

Lydia suspira con tristeza, pero intenta sonreír hacia su madre pues ella nunca se atrevería a mentirle, lo sabe, si de algo está segura es que su madre la ama y haría cualquier cosa para hacerla feliz sin importar cuál sea el costo, por ello están juntas después de la muerte, por ello su madre sigue a su lado aun cuando Lydia la obligo a pasar el peor de los dolores, enterrar su propia hija.

La mansión embrujada (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora