No me importaba si era el día más caluroso que había tenido en mi vida, solo estaba pensando dónde estaba Lucie. Mire a mi alrededor, un chico con una bata, otro con una bandana azul y uno más con una sudadera roja que estaba junto a mi. Finalmente logré divisar a mi amiga, frente a mi en el muro opuesto, Lucie estaba esposada al lado del chico de bandana, estaba comenzando a despertar y no parecía herida, eso me tranquilizó un poco.
Antes de formular alguna palabra, frente a mi pasó rápidamente una persona morena. A mi lado el chico de sudadera roja, quien se presentó como Jeffrey, estaba hablando con el único que parecía poder moverse libremente por este infierno.
—¡Toma las llaves y libera a los demás! ¡Volveré! ¡Lo prometo!
—¡¿Qué está pasando?!— Jeffrey gritó— ¡Hey, vuelve aquí! ¿A dónde vas?
Un portazo de metal me dejó en claro que Jeffrey había sido ignorado por el extraño. Y dependía de nosotros salir de aquí.
—Liberanos, Jeffrey. Gusto en conocerte, soy Diego— dije manteniendo la calma, de nada serviría alterar a los demás— Pero apresúrate antes que sea muy tarde.
—Ah...tengo unas llaves— Jeffrey se escuchaba muy nervioso y asustado.
—Hola chicos...¿Qué está pasando?— Lucie preguntó lo que estaba en mi mente desde que desperté.
—Jeffrey, ayúdame, hombre— el chico de la bandana azul parecía conocerlo.
—¿Qué estás haciendo? ¡Usa la llave, la llave!— el chico de la bata no estaba ayudando pues solamente logró poner más nervioso al pobre de Jeffrey.
—¡Tengo las llaves, todos tranquilos!— levantó las llaves para que las viéramos— ¡Macho Man, toma!— Jeffrey le lanzó las llaves al de la bandana y gracias a sus buenos reflejos las atrapo— ¡Buena atrapada, Macho Man!
—¡Hay que bajar la temperatura, de otra forma acabaremos cocinados!— Lucie concluyó.
—Miren, hay varias válvulas cerca de las tuberías— apunte a una de ellas para que me entendieran— Lo más seguro es que eso nos ayude a detener la fuga del vapor. Vale la pena intentarlo.
Estaba siendo más difícil respirar por el aire caliente. Parecía que estaba comenzado a cocinar mis pulmones, gracias a esto todos estábamos tosiendo. No teníamos mucho tiempo. Jeffrey pareció entenderlo pues se acercó rápidamente a una válvula y comenzó a girarla.
Mientras esto ocurría, el chico de la bandana se quitó las esposas.
—Gracias Jeffrey, gracias— agradeció el chico.
—¿Puedes ir un poco más rápido?— le apresure educadamente y sin gritar.
—¡Libéranos, libéranos!— Lucie comenzaba a alterarse, por otro lado Jeffrey había logrado cerrar una la válvula
—Luis, tú tienes las llaves, intenta liberar al resto, yo iré por otra válvula.— Se detuvo a pensar antes de continuar— Esto es terrible... Oh, no ¿Alguien ha visto mi caja de pizza?
—¡Hombre, tu caja de pizza se ha ido!— gritó el recién liberado.
—¡No!— Jeffrey gritó destrozado, parecía que había perdido una reliquia familiar—. De acuerdo, hagámoslo.
Jeffrey fue a por la válvula que estaba a mi lado y Luis fue a liberar a Lucie.
—Gracias por salvarme, un placer conocerte— le dije, si no estuviera esposado le habría estrechado la mano.
—¡No es el momento! ¿Qué está mal contigo? — ¿Yo? Tu eras el que lloraba por una pizza hace dos minutos, me aguante de decir.
—Tienes razón, ¡lo siento, lo siento!
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Ordem Paranormal: Quarentena Parte 1 (PAUSADO)
Misterio / Suspenso"Un grupo de cinco personas, en busca de ganar dinero fácil, deciden participar en una prueba científica para ayudar al desarrollo de una nueva medicina. Se dirigen a las oficinas de una compañía multinacional, Industrias Panacea, pero tal vez las v...