"—Oh... corazón; no tienes idea de cómo volvería una & otra vez a tus brazos en donde una vez sentí un cálido calor. Pero nunca supe apreciar eso... mi frialdad acabo contagiando tu alma hasta que la tormenta se llevó todo y con eso... te arrastro la marea lejos de mí.
Soñando con un día volver a encontrarte, soñando con una risa que he olvidado.
Cariño... ¿Cómo se oía tu risa?"
No existe maldad alrededor del encanto.
Nuevo amanecer; una calidez va adueñándose de la habitación en el segundo piso con una cómoda cama. Una adolescente descansando en un desorden de mantas como cabello tan extenso como lo era una fantasía. Cabellera soñada ante las niñas pequeñas que la admiraban cuando tenían chances de observarla desde la distancia o cuando la misma (t/n) se escabullía de casa como una damisela llena de deseos en vivir su vida.
Siendo libre & sin ataduras alrededor de su cuello.
Ataduras invisibles.
O al menos... en los inocentes ojos de la adolescente; quién nunca notaba las malas intenciones de su madrastra. No veía maldad en nadie. Heredo una personalidad que se desvaneció hace tantos años en su madre, que dio una lucha hasta que su corazón no dio más.
& no conocía como los nuevos eventos vendrían para cambiar su vida. Para cambiar su conocimiento. Iniciando en este momento, con las aves cantando una melodía desconocida al oído de los humanos. Las voces provenientes del exterior siendo ignoradas de manera completa, aunque no iban a detenerse, no cuando un chico en específico estaba esmerado en conseguir a la chica que gano su corazón desde que se conocieron hace tantos años atrás. Cuando tuvo la dicha de conversar con ella a hurtadillas de todo el mundo, o al menos... de la madrastra de (t/n).
—¿Crees... que esto funcione? — había preguntado Camilo mientras intercambiaba miradas con su prima Isabella quién era considerado la mejor amiga de (t/n) a pesar de vivir encerrada.
Ambas... se entendían en muchas maneras. Pero lamentablemente solo una de ellas sabía que era prisionera de las ataduras familiares. Pero (t/n)... ella era ignorante sobre su modo de vida.
Y tenía la esperanza de liberarla de esa vida.
Porque (t/n) estaba destinada a ser una Madrigal.
—¿Ves otra manera de subir hasta el balcón? — respondió Isabella con una pregunta inmediata al rodar sus ojos —. ¿O prefieres no invitarla al cumpleaños de Toñito? Se perderá otro cumpleaños...
—Bien... lo haré — suspiro Camilo estudiando las enredaderas que Isabella creo en el muro para que pudiesen ser trepadas. Pero estaba nervioso, no deseaba despertar a la madrastra de (t/n)... no quería generarle nuevos problemas, pero también deseaba que este día fuese mucho más especial.
Un suspiro broto desde la boca de Camilo antes de comenzar a aferrarse a la enredadera con fuerza. Subiendo a través de esta. Nervioso. Estaba completamente seguro de que su hermana Dolores podría escuchar los latidos acelerados de su corazón. No era capaz de evitarlo... estas emociones habían nacido en un momento tan inoportuno, incapacitado a frenarlo, sino que comenzaron a florecer como un campo de flores doradas.
Siempre... soñando con ella cuando el sol dorado salía a iluminar todo.
Incluido su corazón.
Continúo escalando un muro que se sintió eterno ante sí mismo. No acostumbraba a hacer esto. Para nada. Su idea de iniciar un día no era como esto... en lo absoluto. Pero no se quejaría si daba frutos. Pero su hilo dorado de pensamientos se frenó abruptamente ante el sonido de las puertas del balcón abriéndose, su corazón dio un vuelco del susto, pensando que estaba en serios problemas.
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Algo Quiero {Camilo Madrigal & Lectora} Finalizada
FanfictionUna mirada atenta se concentra en el chico en especial & ambos se han conocido desde tantos años atrás. Una chica... de extensa cabellera dorada. Como de un cuento. Soñadora. Creciendo en un ambiente... cerrado, las cuerdas alrededor de su ser se va...