#04 : Sabia es...

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"Creí ser una tormenta... arruinándolo todo. Arruinándolas a ustedes. No; esa mujer era la verdadera tormenta & me consumió de una manera horrible. Pero... me hundi más en las aguas preocupantes de cómo te arruinaría a ti eternamente. Posesiva. Mentirosa.

Mi esencia se consumió en la duda de cómo se vería tu tierna sonrisa.

Quería una familia & las amaba a ambas. Pero... no supe cuidarlas. Solo hubiera deseado que supieras cuanto las amo mi corazón. Cuanto sufrió en las preocupaciones del futuro, esas noches eternas de ansiedad. Negándome a aceptar... que nunca estaría en tu futuro mi pequeña luciérnaga. Solo rezo para que un día... encuentres estás cartas; (t/n), siempre rogare a que tu futuro este lleno de luz y seas amada como mereces, porque me arrebataron mi tiempo a tu lado."


—¿Por qué no puedo salir...?

—El mundo del exterior está lleno de peligros — contestaría Madre Gothel al cepillar el suave cabello dorado de (t/n); quién se mantenía sentada de forma tranquila en el suelo, aunque su tono al hacer esa pregunta era triste —. Las personas son malvadas y egoístas, tienes que quedarte aquí, donde estas a salvo. ¿Lo entiendes, florecilla?

Esa sería la voz que siempre continuaría obedeciendo en su infancia. O así era. Contando un extraño día cuando un sonido diferente altero todo alrededor del mundo de esa niña. (t/n), confundida había oido un ruido proveniente del balcón al cual tenía prohibido acercarse, aunque siempre había una puertilla por la que salir sin problemas.

Siempre asustada sobre salir o saltar del sitio para explorar lo que era el mundo.

Pero ese día absolutamente todo fue diferente.

Se asomo temerosa al sonido proveniente hasta que un niño que lucía como de su edad apareció. Ella dio un brinco hacía atrás. ¿Cómo tuvo la posibilidad de llegar hasta ella? No lo sabría. No en ese entonces. Esa fue la primera vez que había visto a Camilo, siendo esa la primera vez que él se atrevió a visitarla para conocer a la misteriosa niña de la cual su familia siempre hablaba esperando que los niños no entendieran la situación.

Los años transcurrían & en la dulce flor de la adolescencia él continuaba yendo a visitarla. Pero no en soledad. Sino que con una compañía que se transformó en la primera amistad verídica de (t/n), ambas siendo felices de conversar con la otra, aunque... Isabella siempre pudo notar un brillo especial en el mirar de (t/n) cuando Camilo aparecía. Pero nunca se mencionaría nada al respecto, no, ni una sola vez excepto cuando... se arriesgaron a sacarla de su encierro, en como la mano temerosa de (t/n) tomo la de Camilo, abandonando su prisión para ser llevada a un sitio de ensueño en donde no serían encontrado los tres.

No fue ni siquiera una hora.

No, fue un momento corto... uno que afortunadamente (t/n) no olvidaría. Sería eterno como las estrellas de la noche. Todos esos momentos la incentivaron a abandonarlo todo por una nueva vida. Y ahí estaba ahora, en casa de los Madrigal en un incómodo reencuentro con madre Gothel.

La mujer que lucía nada contentan.

—Madre... ¿Cómo lograste encontrarme? — sería una pregunta torpe que Gothel no dudo en caminar en la dirección de (t/n), sosteniendo su muñeca sin importarle que la adolescente quisiera permanecer ahí.

Porque Gothel solo sabía que debía cuidar los poderes de (t/n) por su propio bienestar. Sin preocuparse en la felicidad de la adolescente, no, eso no importaba, solo la necesitaba encerrada en donde nadie pudiese llevársela, no, eso no iba a suceder.

No en esta historia.

—Oh, en realidad fue sencillo — contesto la mujer con un tono poco divertido —. Solo escuche las voces de la absoluta traición a tu madre y las fui siguiendo, ¿O crees que sería difícil encontrarte en un pueblo tan pequeño como este? Es evidente (t/n), te conozco como la palma de mi mano, sabía que seguirías a ese muchacho a donde fuera.

Algo Quiero {Camilo Madrigal & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora