🌻E P I L O G O🌻

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Ecos de felicidad: Esto nunca terminaría de mala manera. Era bien sabido. Los miedos se desvanecieron cual tormenta. Las manos de Camilo nunca iban a permitir que ella cayese nuevamente. No si él estuviera ahí. Sus risas eran todo lo que resonaba a las orillas del rio cuando ambos habían terminado empapados de una buena cantidad de agua refrescante.

Un rio que presencio el final de un amor & el nacer de un nuevo amor.

—Sabes... una cosa — Camilo hablo con una sonrisa que no disminuía en su rostro cuando sostuvo la mano de su novia —. Los niños dicen que tú eres el sol en forma humana. ¿Qué opinas de eso?

—¿El sol...? — ella preguntaría mientras lo pensaba un momento al mecerse hacia atrás sabiendo que Camilo iba a continuar sosteniéndola. Divirtiéndose cuando la veía actuar como una niña pequeña —. Eso es adorable.

Sus manos no tardaron en sostenerse mutuamente al dar vueltas con suavidad solo disfrutando de un día caluroso. Refrescándose en el río bien conocido... la magia nació ahí. Un ser querido se fue ahí... sin embargo, cosas buenas arribarían en el futuro. Lo sabían todos.

La familia estaba unida.

Era extraño decir cuanto miedo existió en su pasado cuando su cabello había sido cortado de manera desastrosa. Fue salvada. A cambio de perder sus habilidades mágicas... ¿Hubiera esperado que volvieran? No. Ella estuvo sorprendida cuando al colocar el picaporte en la puerta todo se repararía. La magia renacería desde las cenizas. Todos volviendo a ser ellos mismos, su cabello... volviendo a resplandecer como debía de ser siempre, prometiéndose a sí misma que solo utilizaría esos dones para ayudar al resto.

Y nunca por razones egoístas.

La vida no es eterna.

Los días transcurren & nunca se detienen a esperar a aquellos que no saben hacia donde avanzar. La vida no espera a nadie. Y ambos lo saben perfectamente cuando regresan a Casita al final del día con sonrisas antes de irse a sus propias habitaciones correspondientes, la mano de Camilo siempre tarda en soltar la de (t/n), siempre tarda en aceptar que no es una eterna despedida... sus ojos siempre brillan cuando la mira con tanto amor que nunca creería poder sentir en su vida.

Es en esa noche cuando entrega silenciosamente un objeto en las manos de (t/n); solo con una mirada le dice que es especial. Y se marcha. Dejandola en medio del camino con sorpresa cuando intuye simplemente de que se trataba... esa mirada sonriente y confiada de él al cerrar la puerta de su habitación.

En silencio (t/n) abre su mano con tal de revelar aquello que ya sabe.

El secreto que siempre supo.

El anillo que él simplemente... le dio con esa sonrisa que le fascina. Porque él sabe muy bien como jugar sus cartas. Sabe cómo hacerla sentir amada & especial día tras noche, incluso en los días difíciles... cuando las cosas no salen como lo desean, ella sonríe con las lágrimas de felicidad creándose cuando sabe que ese anillo era el más similar al que su madre tuvo una vez. Un anillo que se fue con ella... y esta replica era... lo más cercano a sentir los cariñosos brazos de una madre que no conoció en vida.

Lo sabía bastante bien que su respuesta era un sí.

Solo tenían dieciocho años... tenían toda una vida por delante: Lo sabía perfectamente. Por eso había tardado tanto en darle una respuesta correcta a Camilo. Estaba aguardando... e incluso hubiese esperado más, pero esta magnífica jugada le había robado sus suspiros. No se negaría. Estaba entusiasta por el futuro a su lado, deseaba correr a su lado con tal de abrazarlo con todas sus fuerzas, pero se contuvo, aguardaría al siguiente amanecer para darle su respuesta.

Algo Quiero {Camilo Madrigal & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora