MI PEQUEÑA AYANO

321 25 1
                                    

CINTA 9:
A pasado un tiempo desde que me casé con Ryoba.

Luego de nueve meses desde nuestra luna de miel ella dio a luz una hermosa hija a la cual le pusimos Ayano mi pequeña hija.

La sensación fue extraña el sentimiento de cargar a ese pequeño ser entre mis brazos me hizo emocionar al punto de las lágrimas mientras que Ryoba me miraba también muy feliz al vernos juntos.

En cuanto pude me acerque a Ryoba y puse a Ayano en sus brazos mientras me hacía a su lado para abrazarla.

Me sentí muy feliz en aquel momento a pesar de las palabras de los médicos los cuales nos miraban con temor pues según dijo una enfermera, mi pequeña Ayano no hizo ningún ruido cuando nació al punto de que creían que estaba muerta, pero no les preste atención.

Ellos que saben sobre el gen Aishi, sobre el amor que siento a mi esposa y mi familia, no saben nada no me importa su opinión.

Espero que algún día escuches esto mi pequeña Ayano, cuando lo grabó apenas llegamos del hospital eres una pequeña muy tranquila y tierna y tu madre y yo te amamos con todo nuestro corazón.

Adiós te quiere papá.

FIN CINTA 9:

Dicen que lo más difícil en la vida es ver crecer a un hijo y en efecto eso descubrí con mucho dolor.

Mi pequeña era bastante solitaria como si no tuviera emociones, eso me hizo sentir como un pésimo padre al ver que mi hija no era capaz de expresar emociones o hacer algun amigo mientras fue una linda niña.

Ryoba me calmaba en las noches cuando la impotencia de ver a mi pequeña sola y vacía me hacía llorar inconsolable.

Sabía que ella no era normal pero eso no me importa la amo con todo mi ser es mi pequeña hija y no quiero que nada malo le pase solo quiero que sienta emociones como los demás pese a saber que ella no es como los demás es una Aishi.

Desde que nació hasta ahora siempre ha actuado igual de una forma fría y monótona como si fuera una máquina sin emociones lo cual me rompía el corazón al ver que al menos Ryoba demostraba tener alguna emoción en algunos momentos cosa que me hacía dudar sobre mi mismo.

-Descuida cariño cuando encuentre a su persona especial todo cambiara ya lo veras yo lo hice -Me repetía Ryoba en las noches en las que me sentía como un pésimo padre.

Debo aferrarme a eso, me preguntaba mientras la miraba jugar sola en el parque con su mirada apagada sin una pizca de brillo, mientras todos los niños de su edad se alejaban de ella como si mi pequeña fuera un monstruo.

Luche por darle una infancia feliz a mi pequeña Ayano, me jure a mi mismo que no pararía hasta lograr que Ayano sintiera algo o al menos hasta asegurarme que no mataría a alguien solo quería que supiera lo que sus acciones conllevan tal vez así pueda sentir algo.

Era doloroso ver como ella llegaba a casa maltratada por sus compañeros, me enfadaba ver como ella sufría bullying y ningún maestro hacía algo para evitarlo.

Era como si los maestros le temían al punto de no hacer nada cuando esos malditos niños la atacaban y mi pequeña no hacía nada como si no le importara como si no sintiera nada.

Ella no parecía importarle lo que le pasaba solo me daba una mirada cansada y apagada para después irse en silencio a su habitación.

Cuando podía yo me acercaba a ella y le daba ánimos al punto de lograr que se riera en varios momentos cuando empezaba a jugar con ella.

EL AMOR EN LA LOCURA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora