Tres Demonios

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Tras haber secuestrado a un niño, los cinco demonios crearon nuevamente el portal para entrar en el inframundo, El Hombre del Saco estaría contento con su nueva cena, pues el niño en esta ocasión era un muchacho de preescolar muy molesto y maleducado, justo como a su maldad le gustaban.

—¡Nos darán un ascenso! —dijo el primer demonio.

—¡Dulces y chucherías! —gritó el segundo demonio.

—Oigan... el saco... —susurró el tercer demonio, viendo como el saco se retorcía.

Los demonios se detuvieron en seco, el forcejeo del saco era evidente.

—¡Ja, ja, ja! ¡Oh, niño malo, debiste obedecer a tu madre! —bufó el primer demonio.

—¡Oh, niño desagradable, el Coco te comerá, dentro del saco lo hará! ¡Ja, ja! —rio el segundo demonio.

—No me gusta como se mueve... —suspiró el tercer demonio.

Los demonios ayudaron a cargar el saco y, con risitas y carcajadas, llegaron a la guarida del hombre del saco, quien hambriento los recibió con un bramido:

—¡TENGO HAMBRE!

—Lo sabemos, mi señor; trajimos un aperitivo —dijo el primer demonio.

—¡Un niño malo! ¡Muy malo! ¡Capaz de gritarle a su propia madre! —dijo el segundo demonio.

—Yo eh... quería darle un niño bueno para variar... —el resto de demonios miraron al tercer demonio.

Tras un suspiro lo apartaron y abrieron el saco que contenía al prisionero y ahora, la cena del Hombre del Saco. 

Ladró, el perro peludo y pequeño saltó con agresividad, ladrando y gruñendo a los demonios. El Hombre del Saco levantó la mirada frunciendo el ceño, fulminando a los demonios con la mirada.

—¡No sabíamos que...! —dijo el primer demonio antes de ser vuelto humo.

—¡Lo sentimos, señor...! —dijo el segundo demonio antes de ser vuelto ceniza.

—Al menos es un buen perro... —dijo el tercer demonio antes de ser vuelto alquitrán.

El Coco miró al perro, que ahora lloraba ante la vista del ser potente ser. Tras ver los ojos del cachorro, el Hombre del Saco no pudo evitar sentir algo de pena, entonces tomó una decisión. Desde humo, ceniza y alquitrán, revivió a los demonios bajo su mandato y ordenó:

—LLEVEN A ESTE PERRO A SU HOGAR, ¡Y TRÁIGANME UN NIÑO BUENO!

—¡Sí, señor! —gritó el primer demonio saliendo de la guarida de inmediato.

—¡A la orden señor! —gritó el segundo demonio tomando el perro y escapando acto seguido.

—Gracias... señor —dijo el tercer demonio siguiendo a sus compañeros.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2023 ⏰

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