LA PROMESA DE TARIK

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ESTA HISTORIA ESTA ESCRITA EN CONJUNTO CON Lilianacmcaldeira AidaBuenrostro 1m5a0r3y CarolinaSalvador965 MayAleman2 Miriham_sultana






La habitación que acogió a Hünkar y Ali Rahmet en esta apasionante tarde se llenó de colores y olores intensos. El amor estaba envuelto en un aire transparente, con aroma a flores de ciprés y rosas, capaz de embriagar a los amantes con un aroma suave y delicado. Los amantes, que respiraban fervientemente, mientras apoyaban sus cuerpos en la cama, entregaban toda su pasión a aquel acogedor colchón, que hacía tiempo que reconocía el encanto de aquellos cuerpos. Aquellas delicadas telas, suaves como una nube blanca, fueron testigos del intenso intercambio de amor y placer de los amantes. Después de meses de separación, ahora se reencontraron por la eternidad, uniendo sus cuerpos de manera profunda. Por la eternidad, Hünkar y Ali Rahmet volverían a encontrarse y declararían abiertamente su amor. ¿Cuántas palabras de amor se dijeron? Se podría haber leído un libro de poesía durante la noche de pasión y dedicación. Su amor fue más que un amor carnal, fue una profunda entrega de sus almas celestiales.

¡Por primera vez en meses, tanto Hünkar como Ali Rahmet habían vuelto a encontrar el sentido de su existencia, el camino que los iluminaba y alegraba! Abrazados, con sus cuerpos aún desnudos y calientes, después de haberse entregado a un intenso momento de placer, en el que se pronunciaron palabras de amor para la eternidad, ¡los amantes permanecieron en profundo silencio! El silencio era tan reconfortante en ese momento, porque entre los amantes el silencio era como un poema de amor, que los elevaba a la plena comprensión de las almas y de los sentimientos que vivían en sus corazones. Al darse cuenta de lo dolorosos que habían sido estos cuatro meses, de cuántas penas había en sus corazones, Hünkar miró a Ali Rahmet, que la abrazaba con fuerza, y dijo:

H: Ali Rahmet, mi amor. ¡Qué sueño, qué tranquilidad siento al estar nuevamente en tus brazos! Que extraño era sentirme así, pensé que nunca podría sentirme tan serena. ¡Cómo una parte de mí vivía tan ausente de mí mismo! Amor mío, cuéntame ¿cómo has vivido estos cuatro meses? ¿Qué sintió Ali Rahmet? - preguntó Hünkar con ternura y cariño.

AR: ¡Hünkar, mi esposa, mi luz, mi eterna pasión! ¿Vivir? ¿Cómo podría vivir? ¡Durante estos meses no viví! Simplemente vagué por la tierra como un alma perdida, sin vida, sin sentido y sin objetivo. Eres la estrella que me guía. Desde el momento en que saliste de nuestra casa, que tomaste ese auto hacia Estambul, perdí el rumbo, la alegría. Y... en el momento en que me enteré del accidente y de que no estabas, ¡mi corazón murió! ¡Morí! Mi corazón murió cada día de nuestra separación, amada mía. ¡Tú eres mi alma, mi luz, la razón de mi vivir! - dijo Ali Rahmet, abrazando y besando suavemente a su esposa en la frente.

H: ¡Oh mi amor, mi amor eterno! ¡No sé cómo viviste, cómo soportaste tanto sufrimiento! Soy yo... No sé cómo podía respirar sin saber quién era, cómo era, quién vivía dentro de mi corazón. ¡Si tuvieras familia y amigos! Pero una parte de mí me hizo seguir adelante, buscar el significado de mi vida, porque nada de lo que Tarik me dio se sentía verdadero dentro de mí. Nunca sentí que pertenecía a esa vida que se me presentó como una verdad. ¡No era verdad, no podía aceptar cada palabra de amor de Tarik! No podía aceptar que ese hombre fuera mi marido, porque mi corazón no latía por él, como lo hace por ti. Cuando lo vi por primera vez, Dr. Kerem, mi corazón dejó de latir, las mariposas volaron dentro y mis sueños comenzaron a ver parte de la realidad que estaba escondida. Una realidad quería dejarme... - dijo Hünkar, abrazando a su marido.

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