UN EXTRAÑO AMOR

LA ESPERANZA NACE DE LA MUERTE - PARTE I

ESTA HISTORIA ESTA ESCRITA EN CONJUNTO CON Lilianacmcaldeira AidaBuenrostro 1m5a0r3y CarolinaSalvador965 MayAleman2 Miriham_sultana

El salón, iluminado por intensas luces y destellos, del Club Social Çukurova, se llenó de colores brillantes, velas parpadeando en una llama ardiente, donde una música armoniosa surgía de los violines y pianos se mezclaba con las risas frenéticas de todos los que llenaban el salón con sus voces. Una multitud de personas, que se divertían en compañía de familiares, amigos y entre empresas audaces, hablaban con intensa emoción, charlando mientras disfrutaban de los más variados manjares de Adana y de toda Turquía. La felicidad sonreía en cada rincón de la luminosa y animada habitación. Las paredes contaban historias encantadas, donde un cuento de hadas podía inmortalizar los momentos vividos en este antiguo y restaurado Salón Çukurova. Las parejas, elegantemente abrazadas, bailaron al son de una melodía romántica interpretada en un tono suave. Los compañeros de escenario, debidamente compuestos y embellecidos, recorrieron la pista de baile del Club con pasos preciosos y gráciles. Una serenidad llenó a todos en aquel salón, haciéndoles olvidar las desgracias de sus vidas, que se encontraban tras las grandes y elegantes puertas del salón del Club Social Çukurova. El mundo dentro de ese edificio giraba en torno a una burbuja de alegría y felicidad, con todos concentrados en sí mismos, participando en sus propias risas coloridas y sin aliento. El mundo pertenecía a todos los que estaban allí esta noche.

En un rincón de la habitación, ante aquella apacible mesa adornada con velas y flores silvestres, el matrimonio Fekeli sintió cómo las elegantes paredes se demolían lentamente. ¡Todo a su alrededor se desahoga en silencio! Hünkar una vez más sintió que no tenía suelo donde sostener su cuerpo, bajo sus pies, un agujero negro se abrió lentamente, haciendo que todo comenzara a desintegrarse a un ritmo lento y aterrador. El rostro de la Gran Dama de Çukurova palideció, un escalofrío recorrió sus mejillas, antes cálidas y sonrosadas por los besos de su amado esposo. Los suaves toques del amor se deslizaron entre sus dedos y una inquietud se apoderó de su corazón y su alma. ¡Todo se desintegró dentro de Hünkar, tal era el miedo y la angustia que sintió en ese preciso momento de su vida! ¡Frente a él estaba Tarik! Tarik... El hombre que, en el otoño de su vida, la había arrebatado del jardín del Edén, donde había encontrado la fuente de la vida junto a su amado Ali Rahmet. Tarik apareció así como la antítesis del paraíso, la plaga del reino celestial, donde las estaciones armoniosas del año persistían, manteniendo las flores vivas y coloridas. Tarik era la oscuridad sobre el paraíso de Hünkar y Ali Rahmet, los jóvenes amantes, que habían curado todas sus heridas con el agua que manaba de la fuente de la vida eterna. Pero la plaga apareció ante sus ojos, cubriendo la santidad de sus corazones. Una nube negra descendió sobre el rostro de Hünkar, en un sutil y difícil susurro de sus labios, que se congelaron por el miedo de pronunciar el nombre que aparecía frente a sus ojos. Los hermosos y brillantes ojos verde esmeralda simplemente habían perdido toda su belleza.

Los profundos y brillantes ojos negros de Ali Rahmet atravesaron las llamas de las velas y las luces que iluminaban el salón. Su rostro giró lentamente hacia el lugar donde miraban los ojos verde esmeralda, muy abiertos y llenos de miedo. Frente a Ali Rahmet apareció la figura de Tarik, rodeado de hombres armados. Armado de un profundo sentimiento de protección, se puso la mano en la cintura y la presionó sobre su arma con fuerza y ​​desesperación. ¡El pánico lo invadió en el momento en que vio a Tarik frente a él y mirando a Hünkar! Se colocó frente a su amada, de modo que su cuerpo cubría todo el cuerpo de su esposa. Allí Rahmet sería un escudo de hierro si fuera necesario, ¡pero su vida estaría dispuesto a entregarse hasta los confines de la tierra si eso significara salvar a Hünkar de las manos de Tarik! Su corazón latía con fuerza, armado de un embriagador sentimiento de angustia por lo que podría suceder en los próximos instantes. Todo a su alrededor se volvió confuso y las notas musicales, antes graciosas, ahora se envolvían en una melodía siniestra y aterradora. Las notas altas y descontroladas resonaban en sus oídos, ¡haciéndole vivir una auténtica pesadilla! La sala, ajena a todo, seguía moviéndose con gracia, totalmente envuelta en la alegría de cada conversación y armonía de baile. Los presentes en el Club Social de Çukurova estaban así lejos de imaginar lo que sucedió en ese pequeño rincón de la sala, donde una pareja de enamorados había reservado una mesa, donde las palabras y los poemas sólo serían dulces y cautivadores.