¿Cómo reaccionarían sus parejas al reencontrarse luego de estar un tiempo separados?
En sí, lo normal era que pasaran meses separados. Después de todo, aunque no lo hiciera realmente, la castaña tenía la misión de proteger y cuidar de los habitantes de Mondstadt, mientras que Itto... Prefería no gastar sus energías en intentar pensar en qué tipo de tonterías podría dedicarse a hacer mientras estaban separados.
Aun así, lo normal era que recibiera noticias suyas de vez en cuando. Alguna carta, un rumor de que un hombre enorme había creado un festival extraño en la lejana Inazuma, cualquier cosa. Sin embargo, esta vez, no había oído hablar nada sobre el albino desde que este había decidido regresar a su hogar. Aunque no quisiera admitirlo, la verdad es que comenzaba a impacientarse un poco.
- Siento pena de ese pobre Slime - Mencionó el del parche, recordándole que aún seguía por ahí.
- ¿Um?... ¿Quieres que te apuñale a ti también? - Ofreció, sacando su arma del blando cuerpo del monstruo. Kaeya, simplemente levantó sus manos en señal de rendición, mientras sonreía.
- ¿Y bien? ¿Cuándo volverá? - Preguntó, observándola con interés, claramente intentaba molestarla sacando el tema de nuevo.
- Tú sabrás. Eres tú el que se entera primero de las cosas en esta ciudad - Mencionó, guardando su arma y deseando finalizar cuanto antes esa conversación.
- En ese caso, supongo que debería decirte que... - Comenzó a decir el de cabellos azules. Sin embargo, el ver como la chica era abrazada de repente, le había interrumpido.
- ¡Sorpresa! ¡He vuelto! - Exclamó el albino con una gran sonrisa - ¿Te he asustado? - Preguntó riendo.
- Um... - Aika le miró durante unos instantes, hasta que terminó decidiéndose por patearle la espinilla al más alto.
- ¡¿E-Eh?! ¡¿Y eso por qué?! - Se quejó el chico, adolorido, se había pasado con la fuerza.
- Idiota del parche, vámonos. Aún tenemos que hacer el informe para la Jefa dictadora - Avisó, girándose a ver a Kaeya, antes de comenzar a caminar de regreso a la ciudad.
Durante los siguientes días, la castaña se dedicó a ignorar y evitar al albino. Hasta que, gracias a la ayuda de Kaeya y Yami, el albino finalmente entendió la situación y le pidió disculpas como se debía. Sin embargo, a pesar de ello, la chica aún seguía algo molesta con él. Y es que Aika podía perdonarle todas sus estupideces diarias ¿Pero el haberla preocupado? Eso no se lo iba a dejar pasar tan fácilmente.
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Our Little Memories
FanfictionLa vida se compone de pequeños momentos que nos hacen recordar quiénes somos, a la vez que nos ayudan a mejorar. Es por eso, que hemos decidido narrar todas esas pequeñas memorias, para hacerlas eternas. (Escenarios de varios Ocs x personajes de Gen...