Danmachi-Un conejo en la familia de la justicia.

Primera candidata?.

El agua fluye rio abajo, los arboles delgados se mueven a son del aire que gira a su alrededor. Su cabello blanco parece no moverse e no ser por el mechón de pelo rebelde. Sus parpados están abajo cubriendo sus ojos.

Con una ruptura de sellos de mano, el aire y el agua vuelve a estar calmados. Los parpados se abren revelando dos pupilas afiladas y un color rojo en los ojos. 

Con un suspiro y un salto se puso de pie estirándose.  

—Aahg. Me truenan los huesos— dijo con una sonrisa cansada, las ojeras se le notaban un poco pero el sueño no era un problema ahora. Dando media vuelta salto de la roca en la que se encontraba. 

La caída era grande pero con el atributo de viento cortesía de Aria, creo una pequeña ventisca que hizo que cayera sin ningún problema al piso de pasto. 

"Cuanto tiempo habré estado por fuera?". Se pregunto a la vez que tronaba su cuello. Por cada estiramiento que hacia varios de sus huesos crujían.  "Si estoy así debieron haber sido bastantes..." 

—Bien un poco de ejercicio no hará daño—. Juntando su puño y palma sonrió y empezo a correr hacia la salida del piso. Su velocidad era tan alta que los aventureros que se atravesaban o estaban cerca de su paso salían volando por el viento.  "Esto es increíble".  Pensó con una sonrisa al ver que ya habia llegado a la entrada del piso 18.  

—Según Aria-nee. Tengo solo apenas un cuarto de la mitad del poder de Albert. Lo que significa que estaría por lo menos en el nivel 4 o 5 aunque mi falna diga lo contrario. Pero aun así...— Una mueca se dibujo en su cara al recordar su vergonzoso inicio en la mazmorra. —Poco mas y me quedo sin brazo...—

Ladeando y dejando el pasado atrás, comenzó a caminar hacia la superficie. Pero salto a un lado del camino al sentir que algo iba hacia el, hacia su cabeza mas en especifico.  Mirando al frente vio como una daga se habia clavado en el suelo.  

No hubo necesidad de volver a moverse, solo levanto su mano derecha que se cubrió rapido de viento y la aventó hacia atrás soltando una gran ventisca. 

Que a pesar de su apariencia que la hace ver fuerte, en verdad era algo débil solo para dar una advertencia y no lastimar a alguien de los que la recibieran. 

Y efectivamente logro su objetivo, pero solo un agresor quedo en pie. Siendo este un hombre al aparecer algo joven con cabello marrón largo amarrado en un coleta de caballo.  Que resistió el ataque clavando su espada en el piso.

Al ver que ya ninguno representaba una amenaza, siguió su camino hacia la superficie. No mas bien, en un estallido de viento, su velocidad incremento dejando atrás una fuerte corriente de aire. 

En pocos segundos Bell estuvo de vuelta en el piso 14, se detuvo por que de reojo capto algo interesante. Un grupo pequeño conformado por 8 personas humanas, escapaba con apenas aliento de una manada de perros de mazmorra. Pero para mala fortuna de ellos, un grupo mas grande, los esperaba delante. 

—Si recuerdo bien, esto es lo Rose-san me dijo que significa una carnaval—. Susurro llevando su mano derecha a su mentón. Los ojos de Bell se abrieron un poco al ver como una espadachina de cabello negro, atravesar el primer grupo de manera fácil pero un poco complicada debido a que ya estaba bastante cansada.   

Viendo un poco mas adelante, Bell frunció el ceño, no importa que tan fuerte sea la chica o alguno otro del grupo. El grupo de mas adelante definitivamente iba a ser un problemas para ellos. 

Dio un paso para delante tocando su cintura pero en ese momento recordó que no traía un arma. No habia podido comprar o mandar a hacer una ya que no contaba con el efectivo, pero de igual manera, tenia el poder para hacer una que se compare con una de primera clase.