Nada hay imposible para Dios

Parte 2

Dos años después inició el mundial de football y aquellos hombres le pagaron al equipo de Inglaterra una gran suma de dinero para que dejarán jugar al niño en el equipo. Una locura de verdad pero aceptaron después que les fue explicado todo y llamaron enseguida al chico y le trajeron a Inglaterra. Los partidos fueron varios y a medida que iban avanzando en el mundial iban cambiando de posición al muchacho. Empezó de portero y en esos partidos solo entraron dos goles. Cuando le pasaron a defensa solo entraron tres goles. En la posición de centrocampista el equipo logró un 50% más de goles. De esa manera el equipo de Inglaterra llegó a la final con los mejores números. Pero su oponente tenía técnicamente las mismas estadísticas.

Los rusos tenían ese año a los cuatro jugadores más increíbles que se hallan visto, que parecían de ciencia ficción. El portero era casi intraspasable, con reflejos, y era apodado "manos de araña". El defensa era sumamente resitente y rápido, apodado como "la muralla". El centrocampista era increíblemente ágil, rápido y tenía puntería de francotirador para los pases haciendo honor a su apodo: "la flecha". El mejor de todos, el delantero, era a la verdad una bestia: rápido, fuerte, preciso, ágil, intimidante y con un talento en disparos demasiado increíble para ser cierto.

De hecho muchos lo habían catalogado como un robot, pero la verdad es que desde niño había sido entrenado como si el football fuera una guerra: quince años de práctica de control del balón incluso incluso en medio de tormentas con fuertes vientos; prácticas de resistencia con carreras desde desiertos y llanos hasta montañas y lagos helados; entrenamientos de disparo con poca luz, en contra del viento, entre árboles y arbustos y desde distancias abismales. Su apodo, "el trueno", provenía de su tiro especial al que llamaban de la igual manera, que por si fuera poco todo lo demás, este disparo se fortalecía cada vez que lo usaba. Era infalible. Ya estaban todos en posición y empezó el partido del siglo.

Trueno tomó el balón y se dirigió a la portería rapidísimo, tan rápido que logró esquivar a todo el equipo inglés en cinco segundos, pero el muchacho, al cual ahora le habían puesto el nombre Rayo, corrió detrás de Trueno y con una barrida le logró quitar el balón y se dirigió a la portería rusa, pero aparecieron la Flecha y la Muralla y se barrieron para quitarle el balón, son embargo Rayo lo lanzó por encima de ellos y lo tumbaron, mas la falta no fue cantada. El equipo inglés se dirigió casi completo hacia la portería, siete jugadores contra el portero que realizaron siete disparos desde distintos ángulos pero Manos de araña los detuvo todos hasta que se quedó con el balón. Enseguida se lo lanzó a su capitán, Trueno, y este se dirigió con gran velocidad a la portería inglesa y realizó su famoso disparo, que entró en la portería si que el portero y los de la defensa pudieran reaccionar. Así de rápido fue el tiro.

Todos los ingleses se atemorizaron, pero Rayo no era inglés y salió corriendo con el balón en sus pies hacia la portería contraria pero la Muralla le quitó la pelota con considerable facilidad y se la pasó a la Flecha que empezó su corrida y esquivando a todo contrario, faltando solo quince minutos del primer tiempo, pasó el balón a Trueno. Este desde el lado derecho del campo según su punto de vista, realizó su disparo con más fuerza que antes y sin previo aviso entró en la portería. El portero solo sintió el viento detrás del balón que lo movió un poco hacia atrás.

Ya era el segundo gol, pero Rayo no se rendía, no se cansaba, era demasiado terco para darse cuenta del peligro, pero eso era justo lo que esperaban los que le habían llevado allí. Corrió entonces el muchacho con la pelota en los pies y lleno de ánimo se acercó a la portería, pero la Muralla venía a su encuentro y Rayo disparó desde su lugar. El balón parecía ir por fuera de la portería, pero este rebotó en el suelo y se dirigió hacia el lado izquierdo del arco; el portero se lanzó pero el balón hizo un giro en el aire y rebotó con el poste hacia los pies de Manos de araña, mas este, en el aire todavía, evitó que el balón chocara con sus pies y cayó a los pies del chico, que volvió a disparar enseguida sin embargo Manos de araña lo detuvo con la cabeza. Venía entonces la Muralla por detrás y el portero también le fue arriba a Rayo, pero este lanzó con suavidad el balón por encima del arquero cuando este se le tiró pero Manos de araña golpeó el balón con los tacones hacia arriba y justo en ese instante Rayo saltó con todas sus fuerzas y la Muralla y el portero chocaron. En el aire entonces, el muchacho usó todo su cuerpo para darle al balón con la cabeza y a pesar de que Manos de araña se levantó y saltó para detener el disparo, este último fue muy rápido y entró en la portería. Por fin era el primer gol, pero aún el equipo inglés no se sentía muy confiado.