𝙏𝘼𝙆𝙀 𝙈𝙀 𝙒𝙃𝙀𝙍𝙀 𝙔𝙊𝙐𝙍 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 𝙄𝙎 || ❝Finges que no te importa, pero sé que te está matando por dentro.❞
── En donde Neteyam apenas sobrevive
de la batalla contra los humanos en
el arrecife, pero esto causa qu...
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pandora ──── el arrecife 149 días
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↪︎ Luego de haber inventado la excusa más patética que podía pensar sobre en donde había estado esa noche, mis padres me dejaron en paz.
Les dije que me había quedado dormido cerca de la orilla en la zona este de la isla. Era extraño ya que me buscaron por todas partes y no pudieron encontrarme, pero me mantuve a mi mentira y al final lo dejaron pasar.
No sin antes darme de las mayores broncas que he recibido en toda mi vida. Sabía que me lo merecía, pero el que me volvieran a prohibir salir de la tienda me había enojado. No era justo.
Ya sabía que no podía ser tan irresponsable, pero todavía quería salir. Quería volver a ver a Tamika. No entendía muy bien lo que sentía cuando pensaba en ella y el como me había ayudado, pero estaba seguro que quería averiguarlo.
Los escalofríos que recorrían mi cuerpo eran los mismos que tuve en la noche que escuché esas voz en la orilla. No encontraba ninguna relación entre la mujer y esa melodía, pero de alguna manera, significaban lo mismo.
Necesitaba volver a escucharlas.
Vivían en mi cabeza desde hace noches y no sabía que hacer para dejar de pensar en ambas cosas. Además, ahora que me había prohibido por completo salir y lo más probable era que no me dieran un permiso dentro de los próximos meses, tenía que buscar otra manera de resolverlo.
Me sentía terrible por desobedecer a mi padres de esta manera, pero tenía que volver a escuchar la voz y volver a ver a Tamika. Necesitaba sentirme así de nuevo. Esperé a que la noche llegara y que todos estuvieran dormidos en la tienda, de lo cual me aseguré varias veces para que no me descubrieran.
Suspiro pesadamente y me tomo el trabajo de salir de ahí sin despertar a nadie. Nunca me había escapado así, cosa que me hacía entender que algo más allá de lo que podía entender estaba sucediendo conmigo.
Lo pienso durante unos segundos, pero termino decidiéndome por la acción que estaba seguro que me iba a hacer sentir en paz. Sé que era estúpido. Apenas hablé con Tamika y la voz era tan solo eso, una voz. Pero de alguna manera, ambas me hacían sentir vivo de nuevo, cosa que hasta ahora, extrañaba.
