𝙏𝘼𝙆𝙀 𝙈𝙀 𝙒𝙃𝙀𝙍𝙀 𝙔𝙊𝙐𝙍 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 𝙄𝙎 || ❝Finges que no te importa, pero sé que te está matando por dentro.❞
── En donde Neteyam apenas sobrevive
de la batalla contra los humanos en
el arrecife, pero esto causa qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
pandora ──── el arrecife 93 días
⌑ ⌑ ⌑
↪︎ Me quejo levemente cuando la siento apoyar su mano en mi pecho para así romper el beso y alejarse un poco de mí. La miro confundido durante unos segundos esperando a que me explicara porqué había interrumpido el momento, consiguiendo una risa de su parte.
—Teyam, ya va a amanecer—. Señala con su cabeza el horizonte, obligándome a mirar para darme cuenta que la noche comenzaba a aclararse.
—¿Tanto me odias?— Ruedo los ojos, apoyando mis manos en la arena, justo detrás de mí para estar más cómodo.
—No quiero que vuelvas a meterte en problemas—. Me regala una mirada tranquila. Apreciaba mucho que se preocupara tanto por mí, demostraba lo importante que era para ella.
Sabía que el no poder estar juntos más tiempo también era algo que le molestaba a ella, tan solo lo ocultaba mejor que yo. Y en realidad, si pudiera hacerlo, vendría a cualquier hora del día y me quedaría todo el tiempo que quisiera.
—Cinco minutos más no va a hacer la diferencia—. Tan solo podía estar con ella pocas horas, por lo que siempre quería aprovechar hasta el último segundo.
Vuelvo a tomarla de la mejilla para acercarla a mí otra vez y conseguir que nuestros labios se junten. Jamás iba a cansarme de besarla. Se había vuelto en las cosas que más feliz me hacían y quería que fuese así para todo la vida.
—Neteyam—. Murmura contra mis labios, consiguiendo que sea yo ahora quien rompe el beso. Tamika me mira con un rostro divertido, pero prefiero seguir un poco más con el drama que contestarle la sonrisa.
—Ya, ya me voy—. Indignado me levanto de la arena, limpiando mis manos con pequeñas palmadas. —Ya se que no me quieres aquí, no volveré—. Me mantengo en el papel, incluso cuando la veo rodar los ojos para luego reír levemente.
—¿Quieres una corona a rey del drama?— Su pregunta me ofende, actuaba como si fuera así todo el tiempo. Cosa que claramente no era verdad. Al menos desde mi punto de vista.
