𝙏𝘼𝙆𝙀 𝙈𝙀 𝙒𝙃𝙀𝙍𝙀 𝙔𝙊𝙐𝙍 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 𝙄𝙎 || ❝Finges que no te importa, pero sé que te está matando por dentro.❞
── En donde Neteyam apenas sobrevive
de la batalla contra los humanos en
el arrecife, pero esto causa qu...
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pandora ──── el arrecife 101 días
⌑ ⌑ ⌑
↪︎ Suelto un suspiro pesado, dudando seriamente en si hacer lo que llevaba pensando estos últimos días. La noche en la que casi beso a Tamika aparecía en mi cabeza cada vez que cerraba los ojos. Y con ella, la pregunta de que hubiera sucedido si nada nos interrumpía en ese momento.
¿Me habría besado de vuelta? ¿Sentiría lo mismo que yo?
Las noches que pasé junto a ella luego de eso, aunque fueran normales, para mí siempre se sentían distintas. Porque de alguna manera, me daban a a entender que tal vez ella no quería lo mismo que yo, y que por eso el tema no había salido a luz desde entonces.
No iba a forzarla a nada, pero necesitaba saber. Necesitaba saber si todas estas semanas juntos habían significado algo para ella. O si tal vez no lo habían hecho y yo era tan solo alguien que la entretenía de vez en cuando para que no se sintiera tan sola.
Aunque admito que me dolería muchísimo si esa fuera su forma de verme, porque para mi todo esto era algo que me hacía muy feliz. Ella me hacía muy feliz. Me hacía sentir especial y por primera vez desde el accidente, me hacía sentir vivo.
Intento dejar mi mente en blanco para poder hacer las cosas de manera adecuada. Miro por última vez la entrada a la cueva que se había convertido en mi segundo hogar, y me adentro con seguridad para encontrarme con Tamika.
La veo dándome la espalda, tenía encima su manta que le ayudaba con el frío del lugar y pude notar de reojo que llevaba el collar de perlas que había hecho hace unos días.
—Tamika—. Llamo su atención pero no me acerco a ella, obligándola a voltear y acercarse a mí.
—Hola—. Me recibe con una sonrisa amplia, causándome un malestar en el estomago al pensar en lo mucho que iba a doler si me rechazaba. —¿Estás bien?— Nota con facilidad lo incómodo que estoy, por lo que prefiero dejar las
—¿Podemos hablar?— Mi pregunta la pone nerviosa y para mí no es difícil darme cuenta. Asiente levemente, haciéndome sentir un poco mal por ser tan serio con ella, yo no era así, al menos no en cuanto a lo que ella me conocía. —Afuera.
