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—¿Le parece bien si nos conocemos un poco? —me pregunto aún con la sonrisa en su rostro.

—Claro.

—¿Cual es su nombre?

—Seokjin, Kim Seokjin. Por favor no me trates de usted. Solo tengo 32 no quiero parecer un anciano. —bromee.

—Bien Seokjin entonces.

Seguía sonriéndome. Conocía esa clase de hombres muy bien. Encantadores. Que conquistaban con tanta facilidad que parecía un juego.

No podía mentir, me atraían. No tenía un "tipo de hombre" definido, pero me distraía bastante con algunos más que con otros.

—¿Qué hay de ti? ¿Cómo te llamas?

—Namjoon.

—¿Y cuántos años tienes Namjoon? —me relaje un poco frente a él. Debía acostumbrarme a esos hoyuelos.

—Treinta. —contestó.

—¿Seguro que podemos estar aquí? —indague acomodándome mejor en mi asiento.

—Ser el chef...—hizo una pausa para mirarme de arriba abajo. —Y el dueño, tiene sus ventajas.—sus ojos no perdían mis movimientos.

Oh si. Sería divertido.

Yo también sabía jugar. Para mi, buscar el amor y divertirse no eran enemigos mortales. No iba perderme de experiencias increíbles por esperar encontrar una fantasía.

No sería la primera vez que charlara con un extraño. No sería la primera vez que coquetearía con alguien apuesto. No sería la primera vez que no pensara dos veces mis decisiones. Era divertido para mi. Dejarme llevar. Ser impulsivo. Ser espontáneo.

—Dueño, vaya. —alce las cejas. Fijando mi mirada en sus labios. Sabía lo que eso causaría. —Debe ser interesante, cansado tal vez.

—De vez en cuando. Pero la satisfacción al final de cada día lo vale.

—¿Lo disfrutas? —alce mi vista hasta sus ojos.

—No tienes ni idea.

Su modo de contestar me indicaba que no estábamos hablando solo del trabajo. Me
Contuve de poner los ojos en blanco. No había porque sobrepensar mucho las cosas, ¿qué tenía de malo parecerle atractivo? Lo suficiente al menos como para hacerme quedar después de cerrar su restaurante. ¿Qué diferencia había con invitarle una bebida a un extraño en un bar? No éramos unos niños tampoco.

A veces los adultos solo nos dirigíamos al grano.

—¿Haces esto muy seguido?

—¿Qué?

—Invitar a un cliente a quedarse. —estaba curioso.

—¿Quieres saber si me he acostado con alguien aquí?—sonrío casi engreído.

Directo. Me gustaba.

—Puede ser. —no iba a negar que la idea de arruinar un par de mesas sonaba bastante caliente.

—Un par de veces. —se encogió de hombros. —Pero nunca con alguien tan tentador.

—¿Tentador?

Tenía curiosidad. ¿Quién no? Que te llamen tentador da pie a muchas ideas.

—He de decir que te vi cuando entraste. Llamas la atención con facilidad.

—¿Cómo así?

—Si me dejas, eres guapo. Tienes un rostro precioso. —sus manos iban señalando con cuidado. —Traes una camisa que definitivamente fue hecha a la medida. Y junto a los pantalones hacen lucir tu cintura. Y esos labios...wow.

MALAS DECISIONES || NAMJIN || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora