«Papá»

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Te sostengo la mirada

y como siempre

reina el silencio.

Nunca supimos del todo

cómo poner en palabras

lo que nos pasa.

Nos da cosa, nervios, tal vez vergüenza

es una característica

muy tuya y mía

pero no me importa

no realmente,

no cuando las palabras sobran

y el corazón habla por sí solo

a través

de nuestros ojos

y nuestros actos.

Como el primero de todos ellos,

cuando me conociste

y me amaste

y me elegiste

y me abrazaste

y nunca más te fuiste.

Puede pasar

que nos veamos poco, que charlemos cada tanto,

que te olvides de contarme cosas importantes,

que te enteres tarde de mis noticias.

Pero jamás se nos pasa

recordarnos

el amor profundo e inigualable

que nos une

aunque físicamente estemos

a miles de kilómetros.

Te sostengo la mirada

y como siempre

largás algunas palabras y te abrís

pero no del todo,

hacés algún chiste

y me río

de tu intento de desviar la conversación.

Tu papá te enseñó a callar

y ser un verdadero hombre

pero yo te vi

querer romper ese patrón.

Lo veo en cada lágrima, cada abrazo,

cada charla profunda, cada te amo,

cada tenés mi apoyo, aunque mi decisión no se acomode

a lo que acostumbrás o esperabas de mí en su momento.

Lo veo cuando me enseñás que sentir, creer,

buscar ser feliz y amar, son la clave de crecer como persona.

Te sostengo la mirada

y como siempre

no me hace falta más nada

para darme cuenta

de que más allá de nuestros errores

nuestras peleas

nuestros silencios,

te elegiría una y mil veces

para ser mi papá.

El Eco del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora