Historia del pecado #BlueAwards17

Primer acto: Adicción

La adicción como muchos sabemos, es la dependencia que se puede llegar a tener por algo o alguien y para obtener dicha persona u objeto el ser humano puede llegar a realizar acciones que podrían afectar su entorno en todo aspecto.

Pero luego de nuestra pequeña clase de cultura general, es mejor continuar con lo realmente importante ¿no les parece?

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Bianca, a sus 15 años ya era toda una belleza; adorable, tierna e inocente, con un corazón que no tenía miramientos para querer, pero nada es color de rosa. Las chicas la envidiaban por su belleza y los hombres, estos la perseguían como abejas a la miel, unos con sentimientos puros y otros... Otros sólo querían hacer de su pureza e inocencia un trofeo más de su gran lista.

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Bianca y su padre siempre habían tenido una relación con lazos muy fuertes, lazos que se reforzaban mediante largas charlas sin sentido y palabras de afecto mutuo. Pero todo esto había empezado a cambiar, ahora era sólo un recuerdo feliz, uno que aún la mantenía en pie a pesar de siempre presenciar la misma escena que justo ahora se suscitaba ante sus ojos.

-Otra vez esta situación, ¿cuando pararás con todo esto papá? ¿No ves que te dañas y eso también me daña a mí?- Le dijo Bianca a su padre con voz quebrada y ojos abnegados en lágrimas.

Aunque éste, estando al borde de la inconsciencia justo como lo estaba en ese momento, obviamente no pudo escuchar lo que su hija le objetaba con tanta preocupación. El alcohol y el juego estaban llevando al borde de la perdición a su pequeña familia.

Lástima que no sabía a lo que orillaba a hacer con sus acciones a su hermosa Bianca...

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La situación económica de la familia estaba cada vez peor. Bianca imaginaba que ya estaban en bancarrota y no estaba muy lejos de la cruel realidad. Ella no tenía ni la más mínima idea de todo lo que su padre le ocultaba, estaban endeudados hasta la coronilla y digamos que los prestamistas no eran blancas palomitas que dejarían pasar una deuda sin cobrar, y menos sin utilizar métodos poco ortodoxos.

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El tiempo transcurrió y con este nuestra bella Bianca creció, era más hermosa que antes, ya casi toda una mujer, de cuerpo perfectamente proporcionado y rostro de ensueño. A sus 17 años su belleza era mas notable, si antes la perseguían hombres por montón, pues ahora era mucho peor, querían que fuera suya a toda costa... Mancillar su alma y su cuerpo, arrebatarle su aún intacta inocencia. Y algunos estaban dispuestos a usar cualquier tipo de artimaña para lograr su objetivo, así fuera el método más ruin a utilizar, les daba igual.

¿Quién dijo que la naturaleza humana no podía llegar a ser ruin? ¿Quién dijo que el ser humano se arrepiente de sus bajezas? Bueno, puede que sí lo haga, pero jamás se arrepentirá por completo.

Había logrado conseguir un trabajo de medio tiempo, en las tardes luego de ir al instituto, su padre se había puesto en contra de sus ideas pero luego de escuchar sus razones, acepto a regañadientes la propuesta de su hija.

Trabajaba a medio tiempo en un pequeño Restaurant-Bar del centro de la ciudad, el cual llevaba por nombre «Contes des Feés», su dueño, un joven Francés de Nombre Patrick, pero que a ella le hacía recordar a la malvada madrastra de Blancanieves, ese cuento de hadas que tanto le leía su padre antes de dormir, para ahuyentar las pesadillas de su inocente mente.

Patrick era muy temperamental, le gustaba todo bien hecho y cabe recalcar que eso nunca iba cambiar y menos ese día, a pesar de ser su cumpleaños, eso a él no le importaba, ya que sólo sus compañeros de trabajo se habían tomado la molestia de felicitarla, justo ese día cumplía 18 años, ya una mujer en toda regla, pero aún así extrañaba tanto su vida de antaño, con un padre que no la dejaba de lado nunca y que estaba sobrio, casi siempre.