𝟼. ɴɪᴋɪ

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Era fin de semana, no quería hacer nada, no se le apetecía tocar el piano, no quería salir de su habitación, no quería mirar su celular, no quería escuchar la voz de su madre o de su hermana, solo quería dormir todo el día, estaba agotado después de una semana en el equipo de basquetbol, pues resultaba que el entrenamiento era más pesado de lo que acostumbraba, era un nivel diferente de exigencia, no se quejaba, lo único que lo incomodaba era el insoportable dolor de cuerpo que tenía que aguantar tras un duro entrenamiento, era de esperarse, suponía.

Su celular vibró, haciendo que soltara un pequeño jadeo de cansancio, estirando su brazo como pudo para alcanzar este, lo arrastro cerca de su rostro y se hizo una bolita en su cama, mirando de quién se trataba la notificación, abrió en grande sus ojos y respiro hondo con nervios.

<<¿Podemos hablar?>>

Era un mensaje de Niki, hace mucho no lo veía, no recibía de sus mensajes y mucho menos lo veía en la escuela, era raro, sabía que ese mensaje no iba a traer algo bueno, pero se daba ánimos a sí mismo para confiar en que todo estaría bien, sabía que a pesar de que mantenían una relación en secreto no eran relativamente algo serio, hace mucho no eran nada cuando Jungwon había empezado a sentir que Niki solo estaba con él por lástima, era algo que venía pensando últimamente, no quería alejarse, le gustaba, a pesar de todo le gustaba o eso intentaba creer, intentaba pensar que él era el indicado y que el amor era mutuo, siempre ponía una venda en sus ojos para no ver lo peor de las personas y eso lo dañaba cada vez más.

<<Claro.>>

Fue su única respuesta luego de pensar que debería decir, apago su celular y lo dejo sobre su pecho, esperando con impaciencia que el chico contestara lo más rápido que pudiera.

Mientras esperaba, cambiaba de posición, quedando por fin en una que le parecía cómoda, miraba el techo mientras jugaba con sus dedos, sintiendo como los nervios invadían su cuerpo poco a poco, causándole así una pequeña crisis de ansiedad, se distrajo al sentir nuevamente su celular vibrar sobre su pecho, abriendo con rapidez el mensaje.

<<Necesitó que sea en persona, te veo en el café cerca de tu casa en 20 minutos.>>

No parecía una pregunta, era una orden y eso lo tenía más que claro, suspiro con pesadez y se levantó como pudo de su cama, saco un buzo de su armario y unas botas abrigadas, pues el día parecía ser frío, por lo tanto, se arregló un poco y volvió a tomar su celular antes de salir de su habitación, bajo las escaleras viendo de reojo a su madre y a su hermana en la sala de estar viendo una película cómodamente con mantas encima mientras comían palomitas, en ese momento se maldijo a sí mismo, envidiando momentáneamente a su única y pequeña familia, se dio la vuelta, mirando hacia la puerta principal, agarro sus llaves de una pequeña mesita que se encontraba al lado de la puerta y abrió esta con cuidado de no hacer ruido para no molestar a su madre.

Al estar fuera de su casa, sintió como un pequeño escalofrío recorría su espina dorsal. Jalo las magas de su buzo, cubriendo del frío su delicada piel antes de comenzar a caminar por las calles al lugar al que lo había citado Niki.

Estaba atardeciendo, notaba como el cielo tenía aquellos bellos tonos anaranjados que tanto le gustaban. Caminaba a pasos lentos, pues no tenía prisa, el lugar quedaba cerca de donde se encontraba, miraba a su alrededor notando que no había mucha gente por las calles, noto como el frío viento azotaba contra su cara, haciendo que su cabello se desacomodara un poco, se abrazó a su mismo con la esperanza de llegar lo más pronto al café.

Unos pasos más y logro divisar el característico cartel del café, siempre tan llamativo y colorido a la vista de las personas que caminaban por aquel lugar, se acercó y abrió la puerta con rapidez, entrando al local, sintiéndose aliviado al saber que en el lugar había calefacción.

ɪᴛ's ᴀ sᴇᴄʀᴇᴛ ~ ʜᴇᴇᴡᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora