Habían ya caminado un rato y aún no llegaban al lugar al que Heeseung tenía planeado llevarlo, no iba a negar que tenía mucha curiosidad y que sé moria de ganas de saber a donde se dirigían, y por más que le preguntara a su mayor a donde era que se dirigían con exactitud, este se negaba a decirle, haciendo inevitable que se muriera de curiosidad por dentro.
—Es una sorpresa, sé que te va a gustar. —murmura al ver a su compañero tan inquieto, soltando una risita por lo bajo.
Al ver a Jungwon bufar, se le escapa otra risita, negando suavemente con la cabeza, sin detener su paso, cruzando por un par de calles, las cuales a la vista del menor eran hermosas y tranquilas, se preguntaba donde se encontraban en aquel momento, pues nunca había pasado por aquel lugar, no solía salir mucho así que desconocía por completo el camino.
A Heeseung le parecía realmente tierno como el chico que aún seguía aferrado a su brazo miraba a todos lados con curiosidad, como si fuera un gatito, eso le hacía pensar que era tierno.
Duraron un par de minutos caminando, aun en silencio, en uno que se les hacía realmente cómodo, uno el cual ambos disfrutaban y los hacía permanecer tranquilos, así estuvieron hasta que Heeseung detuvo sus pasos, haciendo que Jungwon lo mirara confundido.
Se había detenido frente a una pequeña pastelería, en la entrada del local tenía un pequeño letrero de color azul claro que indicaba que estaba abierto, no parecía relevante, hasta que el mayor de ambos abrió la puerta, haciendo que ambos entraran al lugar.
Jungwon analizo rápidamente este, las paredes eran de un color amarillo superclaro, había varias mesas distribuidas por todo el lugar, todas eran de colores pasteles, con sillas amuebladas de color blanco. En el fondo del local se podía ver un gran mesón y varios utensilios de cocina al lado de la caja de pagar, en la cual se encontraba una chica que al parecer no pasaba de los dieciocho o diecinueve años, parecía un lugar bastante agradable.
—Aquí es donde te quería traer. —escucha la melodiosa voz de su mayor, luego de un largo silencio, en el que este lo miraba con una gran sonrisa de felicidad— Mi mamá me solía traer mucho aquí cuando mis ánimos eran bajos, aquí permiten que prepares tus propios postres. . . ¡Es muy divertido!
No podía negar que su mayor irradiaba felicidad, esa sonrisa que tenía en su rostro se le hacía contagiosa, porque no había tardado en sonreír de igual manera, sintiéndose feliz.
—¡Oh, Hola! ¡Bienvenidos! —dijo la chica del local, acercándoseles con una gran sonrisa— No los había visto, discúlpenme, por favor, me llamo Kira y el día de hoy yo me encargo de atenderlos, jeje. . .
Ambos se habían sobresaltado al verla tan cerca de repente, mientras que les entregaba un par de folletos, que les mostraba el menú que había en la pequeña panadería, los había hecho sentar en una de las mesitas, yéndose un momento, pidiéndoles que la esperaran, ambos chicos se miraron con una sonrisa divertida, mirando el menú, esperando a que Kira volviera para atenderlos.
—Listop, aquí estoy. . . ¿Ya saben que van a pedir? —había aparecido con un pequeño delantal morado, puesto, también tenía otros dos delantales de color azul claro en uno de sus brazos, esperando pacientemente a que alguno de los dos chicos le respondiera.
—Creo que sí. . . —murmuro cerrando el pequeño menú, dándole una pequeña mirada a su menor— ¿Algo te llamo la atención?
Jungwon dirigió una rápida mirada hacia la chica, quien le sonreía dulcemente, luego su mirada se posó en Heeseung, quien esperaba una respuesta de su parte.
—Quiero hacer galletas. —respondió con voz baja y suave, viendo como la chica les entregaba los delantales y tomaba los pequeños folletos que habían dejado en la mesa.
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ɪᴛ's ᴀ sᴇᴄʀᴇᴛ ~ ʜᴇᴇᴡᴏɴ
Fanfictionheeseung es el típico chico deportista popular y amable que todos aman en su escuela y por supuesto se considera hetero. y Jungwon es ese chico reservado, amable y tierno que es inteligente y tiene su pequeño grupo de amigos, y claro... es gay. Debi...