𝟽. ᴇʟ ᴀʙʀɪɢᴏ ᴅᴇ ʜᴇᴇsᴇᴜɴɢ

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Eran las siete de la mañana, sabía que era muy temprano como para estar despierto a tal hora un domingo, pero ahí se encontraba, totalmente despierto, sintiendo sus ojos hinchados de tanto haber llorado el día anterior, se sentía realmente exhausto y sin energías, era más que evidente que sus ánimos estaban por los suelos, el día se notaba oscuro y frío a través de su ventana mientras se encontraba acurrucado en su cama, envuelto en sus sabanas en un intento de calentarse un poco, abrazando fuertemente el abrigo que le había prestado Heeseung.

Aún tenía muchas cosas rondando por la cabeza, volvía a tener esa horrible sensación tan agobiante que lo atrapaba en sus bajones emocionales. No paraba de pensar en las palabras dichas por Niki que nunca imagino que le afectarían tanto como en aquel momento, tanto así que su madre tuvo que consolarlo un rato largo la noche anterior mientras tenían una pequeña charla reflexiva frente a todo lo que le había hecho confesar su madre, todo ese asunto estaba haciendo que le comenzara a doler la cabeza, era realmente asfixiante pensar tanto en aquel tema una y otra vez.

Simplemente, quería seguir acurrucado en el mismo lugar sin dejar de abrazar el abrigo.

Suspiro, al comprender que no volvería a conciliar el sueño tan fácilmente, sentándose en la cama, aun con el abrigo en sus brazos, dio un pequeño bostezo y miro por un instante la ventana nuevamente, viendo las nubes grises que ocupaban en su mayoría el cielo.

Estiro un poco sus brazos y miro hacia su mesita de noche, en la cual se encontraba su celular apagado. Sabía que debía de revisarlo, pues lo había apagado desde el día anterior, no quería encenderlo al saber a medias con lo que se encontraría, pero sabía bien que debía de dar señales de vida a sus amigos antes de que irrumpieran en su casa con la escusa de obtener noticias sobre su paradero y estado de ánimo, tenía claro que Jong Seong, Jake y Sunoo eran muy sobre protectores al tratarse de él, era de suponerse que al no saber mucho sobre él desde hace casi dos días en los que no tomaba mucho su celular debía de preocuparlos, o eso suponía.

Así que sin muchas ganas, estiro su brazo hasta donde se encontraba el aparato, para así agarrarlo cuidadosamente y mirarlo por un par de minutos, dudando si encenderlo o dejarlo de lado para seguir en su irónica crisis existencial.

Suspiro y tomo valor para encender el celular, esperando a que la pantalla se iluminara, dejando ver luego de un pequeño momento una foto de un atardecer como su fondo de pantalla, miro hacia el techo, soltando nuevamente un suspiro sin muchos ánimos para luego introducir la contraseña, esperando pacientemente, viendo como las notificaciones comenzaban a llegar de golpe, soltando un pequeño bufido al ver que la mayoría eran mensajes de Jong Seong.

Miro cada uno de los mensajes de su amigo, pensando en responderle luego mientras seguía revisando las diversas notificaciones que según llegando de golpe.

Se alarmó al ver un mensaje de Heeseung, el cual había enviado la noche anterior, casi una hora después, cuando había llegado a su casa y se había tumbado en su cama para seguir llorando, sin prestarle atención a su celular ni un solo segundo.

Se dio una bofetada mental y entro rápidamente a su chat, revisando cuidadosamente los mensajes que le había enviado.

 Se que debes de estar aún
Un poco agobiado por
todo lo que te ha sucedido
hace poco, pero por favor
escríbeme cuando
llegues a tu casa, estoy un poco preocupado.>>
9:30 pm

<< Solo... espero que estés bien,
cuando puedas escríbeme,
esperaré tu mensaje Wonie,
cuídate por favor. >>
9:45 pm

Se sintió culpable al no responderle antes, suspiro y tecleo rápidamente una respuesta para su mayor.

<< Hola Hee... Perdóname
por no contestarte ayer,
sinceramente no tenía
muchos ánimos de hablar >>
7:19 am

ɪᴛ's ᴀ sᴇᴄʀᴇᴛ ~ ʜᴇᴇᴡᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora