2. Keegan P. Russ

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Eres mía, solo mía


Keegan P. Russ x Lectora
Tema: Relaciones posesivas.

Palabras: 2120


Eras una soldado común y corriente, pero eso sí, tenías un gran fetiche por las personas posesivas, amabas ser sumisa, que te traten como a un perro, que te ordenen cosas y sobre todo que te maltraten, y más cuando se trataba de tener sexo, eras consiente de lo masoquista que puedes llegar a ser y más con el, con tu superior, Keegan, líder tel escuadrón al que perteneces, Los Ghost, tenías una rara necesidad de que ese hombre te amarre a una silla mientras te insulta y que te haga un oral, la necesidad de tenerlo frente tuyo, tu de rodillas mientras se la chupabas y el hundiendo el oral con sus grandes manos en tu cabeza, necesitabas a ese hombre y lastimosamente era el único el cuál no te prestaba ni milésima atención, otros tipos ya te estuvieran rogando para tener sexo pero claramente tu no querías eso, tu buscabas una presa mucho más grande, el platillo fuerte y tu superior era ese platillo, necesitabas tenerlo encima tuyo, penetrandote, dándote tan duro que tu tengas que suplicar que pare, pero también que el siga, querías sentir todo de el, todo su liquido dentro tuyo, querías ser suya, querías estar siempre a su disposición y que el solo piense en ti.

Un día estabas de lo más normal en aquella base militar, estabas en el gimnasio que había en la base, donde otros soldados entrenaban, tal vez habían muchos pero muchos hombres que cumplían tus expectativas, cuerpos bien formados, altos, voz gruesa, pero no cumplían con lo primordial... Y eso hacía que tu interés disminuya, odiabas a los hombres que venían como perros tras el hueso, amabas a los que se hacían del rogar y no caían con solo un beso y eso te mataba porque sabias que Keegan era parte de esos hombres, tratabas de coquetear con el o darle miraditas pero nada, no captaba las señales y eso te molestaba, el único hombre que quieres no te hace ni caso, solo te habla cuando se tratan de misiones es todo, nada va más allá que del trabajo, y a la vez te gustaba y no.

Logan, un buen amigo tuyo, sabía cómo te morías por Keegan, sabía cuántas babas tirabas por el, pero nada, incluso trato de sacarle información a Keegan pero fracaso, el hombre solo dijo «No, y deja de joder, necesito terminar estos informes», eso te desilusionó pero no te hizo darte por vencida, tu tendrás a ese hombre si o si, cueste lo que cueste.

-Deja de mirarlo así, a este paso tiraras más de dos litros de baba. -Logan dijo burlon.

Es verdad, no puedes mirarlo tanto tiempo, pareces una acosadora, ¿pero que podías hacer?, el hombre estaba a metros de ustedes dos, levantando una pesa, sus músculos presionaban en su camiseta, las venas resaltaban y eso ocasionaba tintineo en la parte de tu entrepierna, tus pensamientos volaron, te imaginaste a ti misma sentada en ese preciso momento en Keegan, tu serias la pesa, tras los minutos en los que Keegan te levantaba sentías el bulto crecer en su short de deporte y para molestar, decidiste frotarte en el, con la excusa de que te ibas a acomodar. Tus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Logan.

-¡Ey!, tierra llamando a ____.

-Carajo, em, ¿s-si?.

-Es hora del almuerzo y yo que tu, me iba a lavar la cara, estas demasiado roja, mujer.

-Joder, esta bien, es un rato te veo.

Saliste del gimnasio, rumbo al baño de mujeres, al parecer si que pensaste muy afondo tus fantasías que llegaste a ponerte roja, ibas caminando perdida entre los pensamientos de hace rato que no te diste cuenta que entraste al baño pero no de mujeres, si no de hombres... No había nadie, tu no sabias nada hasta que viste una figura de espalda ancha salir de una de las duchas, con la toalla enrollada en la cintura, era Keegan, tu pulsación se disparo, no podías moverte, estabas demasiado concentrada en recorrer la espalda de Keegan, imaginándote como se verá si estuviera de frente, al parecer el no se había percatado de tu presencia, hasta que se dio vuelta, tus ojos no sabía lo que veían, un abdomen marcado, rasguños por donde sea, gotas de agua resbalando por sus abdominales, incluso dirías que soltaban un brillo un esplendor, Keegan recorrió cada parte de tu cuerpo al verte tan perdida.

HeandCanons - Call of duty Donde viven las historias. Descúbrelo ahora