HeandCanons - Call of duty

15. Valeria Garza

La chica de la librería

Valeria Garza x Lectora
Tema: Romance

Palabras: 2815

Los últimas semanas en las Almas han sido aburridas, tener que dirigir, hacer y resivir, era como estar encarcelado en una prisión por el jodido resto de tu vida. Para Valeria Garza o el sin nombre, era así, siempre haciendo lo que sus hombres no pueden, ¿tanta idiotez en un hombre?, genial, Valeria nunca se interesó en las relaciones o mejor dicho, en los hombres, después de todo lo que vivió en las Fuerzas Especiales, entendió que los hombres son una jodida mierda, solo sirven para mandar o ser lame botas, así les decía ella, siempre odio las posibilidades que tenían sus compañeros pero que ella no podía, detesto ser humillada por un gusano cuyo género era masculino, siempre la hacían menos y por eso decidío dar la espalda al ejército, ¿que tan malo podría ser?, obtuvo lujos... Mansiones, dinero, joyas... Todo en uno, todo gracias al narcotrafico, fue su escape de todo aquello que ella odiaba.
Aunque también se asomaba a las posibilidades de morir o ir a prisión pero no le importo, tomo aquel camino si o si, ahora lidera un gran cartel, que se encarga de cobrar piso, matar a quien no pague, transportar droga y aniquilar a cualquier soldadito que se interponga en su camino.

Una mañana como cualquier otra, Valeria se encontraba pasando por las calles de las Almas, gracias a que nadie sabe a que se dedica o quien es en realidad, puede caminar sin preocupaciones de ser atrapada, tenían que cobrar piso y hoy le tocaba a un doña que tenia su librería, aquella señora siempre pagaba, sabía perfectamente que le hacían si no pagaba y claramente se nota que no quiere morir, al fin llegaron.

-Orale cabrones, bajan, cobran y se suben. -Su voz era delatante, se notaba que no estaba de humor. Sus hombres simplemente asintieron y bajaron, se había quedado sola en aquella camioneta.

Habían pasado unos cuantos segundos y ya se había estresado, claramente paciencia no tiene. ¿Cómo se sentiría enamorarse?, preguntas recurrentes en su cabeza que a veces prefería ignorar no es que necesite de un hombre para ser feliz, pero, ¿y si así fuera?, de una mujer, no está demasiado segura, nunca había tenido pensamientos románticos en hombres y ahora mucho menos en mujeres.

-Estos hijos de la chingada ya tardaron... -Dijo Valeria, hizo un ademán de asomarse por la ventana del vehículo, buscando a los inútiles de sus hombres, hasta que miro algo o alguien, esa cara, esos labios... Te había visto, juraría que su corazón empezó a latir con fuerza, y más cuando te vio sonreir, una sonrisa tan inocente y dulce, sus ojos no se desprendían de ti y de tu bonita cara, no hasta que sus pensamientos se vieron interrumpidos por la puerta que había abierto, al parecer habían entrado sus hombres.

-Vaya, por fin llegan.

-La doña tardó en cortar el dinero...

-Si aja, como digas... Ya vámonos. -El auto había atrancado pero su mirada no se despegó del vidrio y de ti, hasta que se habían alejado y ya no te veía, al haber llegado a su escondite, entro en su oficina y se quedo ahí sentada pensando en aquella bonita cara, invadiste sus pensamientos. Quería saber más de ti, quería saber su nombre, tu edad y todo, le habías causado algo y muy grande, así que hablo a su hombre de confianza.

-Ya estoy aquí, ¿que desea?. -Dijo Carlos.

-Mira Carlos, como tu fuiste conmigo hoy a cobrar piso y así, ¿si viste a aquella chica que estaba en esa librería?. -Su codo estaba apoyado en el escritorio mientras que su puño estaba apoyado de su mejilla.