CAPÍTULO VI

63 5 0
                                    

6.-Promesa de boy scout

Cristel

No ha llegado.

Voy a matarlo.

—¡Cris! —saluda Jackson—. No esperaba verte por acá, ¿necesitas...?

—Mierda —Justin corre hacia mí con la respiración agitada y una mueca de arrepentimiento—. Te juro que no lo olvidé, sólo que el entrenamiento se alargó más de lo pensado y...

—Y una mierda, Jones. Te dije claramente que fueras puntual o adiós tutorías.

—Lo sé y lo siento —el subir y bajar de su pecho de manera frenética delata que ha estado en constante movimiento—. Prometo no demorarme más de diez minutos en las duchas y...

—Olvídalo —lo freno—, sólo he venido porque necesito que Ben me dé las llaves de mi casa. Las he olvidado.

—No me hagas esto —dice entre dientes—. Por favor, por favor, sólo déjalo pasar por esta vez y...

—Te lo dejé pasar ayer cuando llegaste tarde, si lo hago otra vez lo seguirás haciendo y yo no estoy a tu disposición —me cruzo de brazos—. Yo también tengo cosas que hacer.

—Te juro que no volverá a pasar —se pasa una mano por el pelo y mi mirada me traiciona al fijarse en la flexión que acaban de hacer sus músculos—. Sólo...

—¿Has visto a Ben? —Jackson da un respingo— ¿Boswell?

—Lo siento, estaba muy ocupado viendo como mi capitán rogaba porque no lo mandes a la goma.

Justin frunce el ceño y sale corriendo hacia no sé donde.

—Justo aquí viene —Ben hace acto de presencia en la cancha y me mira, asombrado—. Coach, Cris lo está buscando.

Le explico que he dejado mis llaves en la cocina cuando tuve que obligarlo a tomar el jugo verde que había preparado en el desayuno. Ben hizo una mueca de disgusto al recordarlo y se apresuró a entregarme las llaves y sacarme del gimnasio porque estaban en pleno entrenamiento.

Hoy Chloe se ha quedado en la biblioteca estudiando para su parcial de Civil, así que tendré que volver sola a casa.

—¡Telly! —giro la cabeza cuando Justin grita desde su auto, que va a paso de tortuga a mi costado—. Espera, no te muevas.

Finjo no escuchar lo que acaba de decir y sigo caminando mientras escucho el motor detenerse y la puerta de su auto abrirse y cerrarse con fuerza.

—Para —toma sutilmente mi codo y me obliga a mirarlo—. Lo lamento, en serio. Sé que no es justificación pero no podía dejar tirado al equipo. Y con eso, no quiero que me malinterpretes y pienses que sólo por eso te dejé tirada a ti.

—Te lo advertí, Jones. No tienes compromiso, así que no estoy dispuesta a darte la tutoría.

—Mira, hagamos algo. —inicia y me doy cuenta que tiene el cabello mojado porque algunas gotitas caen de sus mechones del frente, tal parece que se ha dado un duchazo rápido antes de alcanzarme—. Sé que tienes los tiempos medidos así que me comprometo a llevarte al siguiente lugar al que tengas que ir si aceptas seguir dándome las asesorías. No importa que sea todos los días, me tendrás a tu total disposición.

Lo medito algunos segundos. ¡Y por todos los cielos! De verdad que es una gran oportunidad la que Ben me da al dejarme ser la encargada del plan nutricional de los chicos. Es una gran responsabilidad pero a la vez me dará la experiencia que necesito para iniciar mi vida profesional.

Field GoalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora