Capítulo 8

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Notas del capítulo:

*toda la conversación de Tom en su apartamento está sacada de la serie en que me baso, quitando algunas frases que son mías




Un coche les esperaba abajo, de el salió un agente de policía que sacando su cartera les enseñó su placa y se presentó.

—Soy el agente Jacob, encargado de tu caso—se dirigió a Tom—Iremos a su casa tal y como habíamos quedado, a ver si recuerdas algo.

Tom asintió y se pusieron en marcha. Jacob entró de nuevo en su coche junto con el joven agente que le acompañaba, y Tom siguió a Bill y David, Saki ya les esperaba con el motor en marcha. Siguieron a Jacob y una hora después aparcaban ante un edificio de apartamentos.

Tom lo estudió de arriba abajo antes de salir del coche, pero no recordaba nada. Suspiró resignado, sintiendo a su lado como le cogía Bill de la mano y se la apretaba con cariño para darle ánimos.

Salieron y dejando a Saki en el coche siguieron a Jacob, quien sacó un juego de llaves del bolsillo de su pantalón. Subieron al tercer piso y abrió la puerta. Se hizo a un lado y dejó que entraran primero, dejando la puerta cerrada tras ellos.

Era un apartamento pequeño, constaba solo de un salón cocina, dormitorio y baño. Tom caminaba despacio sin dejar de observarlo todo, pero no había nada que le llamase la atención de manera en especial.

Detrás de él Bill también observaba lo que le rodeaba. Sobre una mesa había un par de fotos enmarcadas y se dirigió a ellas para estudiarlas con atención. En una aparecía Tom mirando a la cámara cruzado de brazos y con un gesto muy serio. En otra, aparecía junto con una chica morena y muy guapa que sonreía ampliamente mientras que Tom de nuevo se mostraba igual de serio. Los dos iban vestido de etiqueta, la chica con un largo vestido negro y Tom con traje y corbata a juego.

— ¡Mira que elegantes estáis aquí! —murmuró tratando que su voz sonase normal—Como si fuerais a asistir a una cena.

Tom se acercó y cogió la foto que Bill le señalaba, observando con atención a la chica que le acompañaba. No la recordaba...

—No salgo muy fotogénico—comentó tras estudiar lo serio que estaba.

—Pues...a mi me parece que estás muy guapo—dijo Bill sin poderse contener.

Dejó la foto de golpe sobre la mesa, no podía seguir mirando a esa chica que le acompañaba en la foto, porque empezaba a sentir algo por ella que...

— ¿No podemos dejar de mirar todas estas cosas? —preguntó de repente sin dirigirse a nadie en particular—Me siento fatal, todo esto me inquieta.

—Pero...son tus pertenencias, aunque te angustie no recordar no deberías sentirte asustado ni culpable todo el tiempo—dijo Bill tratando de consolarle.

Tom resopló y siguió recorriendo el salón. Había una estantería llena de libros y se dirigió hacia ella. En el tercer estante había varias bolas de nieve decorativas, al parecer todas ellas recuerdos de viajes hechos él solo o junto a la chica de la foto.

Cogió una de ellas y se la quedó mirando fijamente ajeno a que Bill seguía obsesionado con las fotografías, mirando con pena una en la que solo salía la chica con la que Tom parecía compartir su vida.

—Es muy guapa—intervino David de repente acercándose a Bill—Tom, ¿no la reconoces?

—No... —susurró Tom sin volverse.

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