Los rayos del alba de la mañana comenzaban asomarse por las llanuras. El canto de algunas aves se escuchan a lado donde estaba el jardín. Se arreglo el traje y salio de su habitación para ir a tomar el té como de costumbre con su ancestro y Kivito, que hasta en ese instante comenzaban a servir el té.
—Buenos días señor–Le saludo con una sonrisa.
—Buenos días jovencito–también le saludó él antepasado.
—Buenos días, ancestro y kivito.
Los tres tomaron a gusto el té, hablaban de cosas relativas como era de costumbre. Compartían ideas sobre los temas que era normal que ellos hablaban y que era una índole situación en la cual y que en pocas veces estaban de acuerdo, hubo un momento de silencio en la cuál ninguno de los tres tenía la intención de hablar.
Shin estaba absorto en sus pensamientos, así lo notaron el viejo ro y kivito. No dijeron nada después de unos momentos comenzó a preocuparlos, él antepasado lo llamaba pero el menor no lo oía, se encontraba en la inopia de su mundo. Lo mismo pasó con kivito y ocurrió lo mismo.
Shin no escucha nada, inconscientemente derramo la taza de té y cuando quería levantarlo su cuerpo le peso y cayó al suelo, todo eso ocurrió en cámara lenta frente a la atenta mirada de kivito y el viejo Ro. Que no dudaron en acudir en su ayuda.
Esa escena también era vista por el ser esquelético, que observa minuciosamente la situación y luego desapareció, para aparecer en la habitación de Shin que poco después fue abandonada por el ancestro y kivito.
—Estas más grave de lo que podía haber pensando–le dijo–Has llegado a tú fin–llevó su mano al rostro de Shin con la intensión de tocarlo pero faltando unos escasos centímetros lo detuvo cuando Shin abrió los ojos y lo vio.
Alejó su mano y lo metió en su bolsillo de su traje, al ser descubierto tenía la intensión de irse. Mas shin no se lo permitió, tampoco se resistió con la petición de Shin y aceptó quedarse.
—No te molesta mi presencia, Shin–Habló el ser esquelético como para iniciar la plática. Shin lo vio y le sonrió lo cual lo confundió.
—No me molesta, siempre he sabido que vendrías por mi. Te note cuando le diste una muerte sin dolor a ese pequeño conejo, también cuando estabas en mi habitación y pretendías hacerme lo mismo–Explicó Shin y el ser esquelético no dijo nada.
—Ya veo, entonces también sabrás que soy la muerte y que he venido a llevarme tu vida.
—Lo sé, y no voy a oponerme.
Shin agachó la cabeza, el otro ser lo miró un momento y luego dijo algo que hizo confundir a Shin, levantó su mirada notando que el ser miraba una fotografia que estaba encima de su mesa de noche.
—Te perdonó, por esta vez decido perdonarte pero la próxima no correrás con esa suerte–Dijo Seriamente y luego se marchó.
Justo cuando se fue, la puerta fue abierto de un golpe. Bills entró molesto y lo sujeto de su traje.
—NO SE TE OCURRA MORIR, ME ESCUCHASTE!!!–Gritó eufórico Bills–Te prohíbo que mueras chico.
—Por favor suelte al muchacho–Pidió el antepasado cuando venía a la habitación con kivito y Whis. Bills lo ignoró–Di algo no te quedes callado.
—Señor Bills, deje de ser tan imprudente por favor. No ve el estado en que se encuentra él supremo Kaiosama–Esta vez habló Whis para calmar la situación, Bills desvío la mirada hacia su asistente–No te metas Whi-
No términos de hablar cuando una fuerte cachetada impacto su mandíbula que lo hizo girar a un lado. Soltó a Shin y llevó su mano a la área afectada, miró molesto a Shin y el agachó la cabeza cuando noto que el cuerpo de Shin temblaba y luego iba a parar al suelo. Pero Bills actuó rápido y lo sostuvo en sus brazos, noto también que su pesó era tan frágil como la de una pluma y eso le preocupó que hizo olvidar el enojo que hasta en ese instante sentía.
—¿Qué tiene el chico?–Preguntó Bills.
—No sabemos con seguridad aún, según mis teorías no es nada bueno.
Bills gruñó con esa respuesta y dijo algo que no pensaba decir y que por supuesto sorprendió a todos menos a Whis, que ya sabía sobre ese comentario de su señor.
—Voy a llevarmelo–habló repentinamente Bills y el antepasado no se lo tomo bien.
—No puede hacer eso, esta bajo mi cuidado, qué me garantiza de que usted va a cuidar de él–Le cuestionó el antepasado.
—No saben con exactitud lo que pasa con él, tampoco estuvieron al pendiente hací que no están en la mejor forma para hablar sobre quien cuida de él–Le recriminó Bills cuando tenía la intensión de salir por la puerta con Shin en brazos, mas el antepasado no se lo permitió colocándose delante de la puerta cerrándole el paso–Apartate!!!!–Gritó intimidantemente, el antepasado no se inmutó pero la mano de kivito sobre su hombro término por resignarse y se apartó para darle el paso a Bills que salió con Shin en brazos.
—Se que le preocupa el joven Shin, supremo Kaiosama –Dijo Whis–Bills no es tan malo si piensa eso, yo me encargare de cuidar a Shin le doy mi palabra–Dijo Whis.
—Confiare en usted señor Whis.
Whis asintió y con una leve reverencia salió de la habitación para ir con su señor que lo esperaba en las puertas de la entrada del templo.
—No están muy felices con la decisión que a tomado señor Bills–Decía Whis mientras caminaba junto a Bills hasta el árbol.
—Me importa un bledo sin están de acuerdo o no–Espetó despectivamente a ese comentario–Sera mejor irnos.
El antepasado y kivito solo vieron como se iban en un destello. Al llegar Bills llevó a Shin a una habitación de recuperación que fue instalada por Goku hace unos meses atras, Bills se detuvo a verlo, apartó el mechón que cubría su ojo izquierdo. No dijo nada y solo salio de la habitación, en los pasillos se encontró con Whis. Ambos se detuvieron uno al lado del otro.
—Señor Bills, ¿Por qué tomo esa decisión?–Le preguntó Whis.
—No quiero que el chico muera y que yo también corra ese destino–Respondió Bills.
—Esta seguro señor.
—¿Qué tratas de decir?–Preguntó Bills.
—No trato de decir nada señor. Es usted que busca otra respuesta a la decisión que ha tomado, pese a que sabía que Shin estaría mejor con su ancestro usted tomo la decisión de asumir su cuidado–Señaló Tranquilamente Whis y Bills lo miró confundido con lo que dijo.
Cuando whis estaba a unos metros lejos de él lo detuvo. Analizó lo que dijo el ángel y se molestó.
—Estas insinuando que estoy haciendo esto por voluntad propia y no por mi vida–Manifestó Bills con molestia en sus palabras.
—Yo no dije tal cosa, es usted él que cree eso y que aún no quiere asimilarlo es su problema no el mío señor Bills–Dijo Whis volteandose a verlo y nuevamente volvía a caminar para perderse de la vista de Bills, que no estaba muy contento mas no dijo nada y siguió caminando para ir al balcón donde observó el exterior y pensar nuevamente en lo que él ángel había mencionado y se sintió molesto consigo mismo cuando en sus pensamientos le daba toda la razón a Whis.