¡Ahh...! ¡Un juicio encantador!
Lleno de dramas, peleas, cuartas paredes y ¡lo mejor! las obscenidades...Es una pena que las cosas hayan terminado tan rápido...
¡Acertaron! ¡CAÍN SAWYER ES EL ASESINO!
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Ah... ¿Pero cómo pasó todo el asesinato en realidad?
Incapaz de conciliar el sueño la noche anterior, Azriel sale de su habitación y decide tomar un relajante paseo por la feria. Sin la sospecha, exacto, de que el Behemont acechaba entre los árboles y el oscuro bosque, olfateando cerca a su presa, era un depredador hambriento en busca de seguir el ciclo de su tan única naturaleza.
El Behemont sale de su escondite para pedir a Azriel que le ceda de su propia carne y así poder saciar su hambre, ella obviamente se niega a esto, pero la bestia no acepta esa respuesta.
Le toma con una mano y con la otra le arranca un brazo, y empieza a comerlo ahí mismo, comiendo piel y carne cruda, llegando al hueso. Una vez que esta extremidad se le acaba, sigue con la otra repitiendo el proceso. Con una mano le sujeta para que no huya, con la otra le desmembra.
Cuando le quitó ambos brazos, le tiro al suelo y se sentó en sus piernas, aplastandolas totalmente. Comienza a rascar su estómago, abriendo el mismo y comiendo lo que hay dentro: sus órganos.
De últimas, para callarlo y "rematar" a su presa para que no se recupera, se come su rostro ahí mismo, con tal de que no se resista a morir y dejé descendencia.Una vez acaba eso, la intimidante bestia se levanta y se va de la escena, satisfecho y sin culpa, pues a sus ojos solo ha cazado y eso es lo más normal para él.
A lo lejos, Fran quien lo vio todo, piensa que esa escena había terminado siendo demasiado obvia y que a los ojos del público cualquiera con las suficientes neuronas notaría al culpable, se acerca al cuerpo ya sin vida —y cómo tenerla— para sostener un poco de la ropa rasgada y darse el trabajo de empujarla hasta el bosque. Luego, con su pañuelo limpia desganadamente la escena —a la par de sus propias huellas— antes de retirarse.