Hogar

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Cuando Steve Rogers quedó congelado, él sabía que su vida había terminado, aún si no pudo cumplir todos aquellos sueños que una vez tuvo, como el tener una linda casa en el campo, una amorosa esposa e hijos, y conforme los años pasaran envejecer al lado del amor de su vida y ver como sus hijos hacían sus propias familias y cumplian sus sueños, sentarse en el jardín de su casa junto a su amada esposa y ver a niños corriendo y riendo mientras sus hijos ya mayores intentaban que se comportarán, una vida sencilla.

Cuando fue descongelado, Steve había perdido aquella oportunidad, pues todo a su alrededor parecía ser complicado, hasta que Anthony Stark decidió regalarle un piso completo en su pomposa torre que el castaño había decorado con todo lo que encontró de aquellos años en los que el soldado añoraba vivir, y aunque no era lo mismo Tony se esforzó cada día porque aquel piso de su torre fuera un refugio para Steve. 

Aunque Steve y Tony discutían a menudo ambos sabían que el hogar de ambos era donde pudieran estar juntos.

Tony le dio a Steve cosas materiales porque de esa manera expresaba sus sentimientos y Steve le dio a Tony aquella confianza que el castaño solía perder con facilidad.

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