«Soy todo; y, sin embargo, nunca fui nada (hasta antes de ti)».
AU Mitología griega. Dioniso & Ariadna. OoC.
Segunda parte de esto; eu, nada, yo considero que sí me quedó bien (decente).
* ੈ✩‧₊˚
Era hermoso. Joder, si Wally no hubiera sido atrapado por el encanto de aquel bello durmiente, quizá hasta se habría sentido ofendido por su belleza. Tenía un rostro tan maravilloso, que Wally había perdido toda la noche observándolo.
Quería tocarlo; quería tocar su rostro y besar sus labios, pero algo se lo impedía. Wally no estaba seguro de qué exactamente lo frenaba, si siempre se había destacado por su descaro y sinvergüencería; quizá era esa aura tan pura que desprendía el joven. Wally no quería perturbarlo.
Wally contó los segundos, los minutos y las horas; estaba dispuesto incluso a contar los días, las semanas, los meses y los años, de ser necesario, hasta que el joven abriera sus ojos y lo viera... Oh, por el Olimpo, Wally deseaba tanto ser lo primero que aquel joven viera al despertar.
Como si el universo quisiera cumplirle un capricho, el joven se movió y abrió los ojos. Wally admiró el azul que se asomaba bajo los párpados del chico; era el azul más hermoso que Wally hubiera visto jamás. Maldita sea, el cielo y el mar deberían arder en celos ante aquel azul brillante, intenso y vivaz.
El muchacho se sentó en el suelo apenas lo vio; retrocedió un poco, sin apartar la mirada de su rostro. Wally nunca en su vida deseó tanto que su propia belleza lograra seducir a un mortal.
—Oh... —Los sentidos de Wally se agudizaron al oír su dulce y embriagante voz—. Hola... ¿Quién eres?
—Wally —respondió, casi automático. Una débil sonrisa se dibujó en los labios del chico—. ¿Cuál es tu nombre?
—Soy Richard, aunque me dicen Dick —respondió, sencillo. Wally se sentía cada vez más seducido por el mortal.
—Dick —repitió Wally; su nombre sonaba tan bien. Dick asintió—. ¿Qué haces aquí, Dick? ¿Por qué dormiste en este lugar?
Dick bajó la mirada; no parecía ser una historia que le gustara contar. Incluso así, suspiró y dijo:
—Digamos que... Digamos que mi barco se olvidó de unas cuantas cosas antes de zarpar, y que el capitán eligió algunas cosas viejas por sobre las nuevas —dijo Dick. Wally frunció el ceño, preguntándose qué clase de imbécil dejaría a semejante muchacho como Dick, solo, abandonado y a su completa suerte; definitivamente no él—. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí, Wally?
Mierda. Su nombre sonaba tan bien en esos labios. Wally sintió que sus músculos se tensaban y que el ambiente se tornaba pesado.
—Quise venir aquí, voy a donde quiero.
Dick soltó una risa; Wally pensó que era la risa más maravillosa del mundo y que la quería para él solo. Una risa alegre y que llenaba de vida todo el cielo.
—Un espíritu libre, entonces —concluyó Dick. Si bien su risa había sido alegre, había un atisbo de tristeza y dolor en sus lindos ojos azules—. Eso es bueno, casi me da envidia. ¿Supongo que eres muy feliz?
—Tanto como se puede, creo. ¿Eso importa?
Dick lo miró atentamente; Wally deseó que no mirara a nadie más, nunca jamás.
—Claro que sí, Wally. Ser feliz es importante; si no eres feliz, entonces no estás vivo —dijo Dick, como si esa fuera una lección que aprendió por las malas. Wally se acercó, despacio, hasta quedar a un lado suyo; más cerca de él y de su cuerpo mortal—. ¿No quieres ser feliz y disfrutar de tu vida?
—Disfruto, siempre —respondió Wally, conectando miradas—. Si disfrutar es ser feliz, entonces soy feliz. Soy muy feliz, supongo.
Dick llevó una mano hasta su rostro y tomó su mejilla; ya no quedaba rastro de su felicidad fingida, solo aflicción. Wally se sintió tentado de cerrar los ojos y dormir por primera vez en un mes.
—Pero te ves tan... vacío. Te ves triste y solo, ¿por qué, Wally? ¿Alguien te lastimó? ¿Quién fue?
Su voz sonaba tan compasiva y afectuosa, que Wally no pudo evitar preguntarse si era así con todo el mundo.
—Nadie. Nadie me lastimó —dijo Wally. Tomó la mano de Dick y besó su palma; tenía la piel suave y cálida al contacto. La vida misma cobró sentido cuando vio el sonrojo en el rostro de Dick—. ¿Quién te lastimó a ti, Dick?
Dick apartó su mano y desvió la mirada, avergonzado. Se quedó en silencio y ya no dijo más.
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La Vie en Rose [ BirdFlash ]
Fanfic«Cuando me besas, el cielo suspira; y, aunque cierro los ojos, veo la vida en rosa». Trece cortos (quizá algunos no tan cortos) centrados en Dick y Wally. Porque los gustos del pasado son algo difícil de olvidar.