La Vie en Rose [ BirdFlash ]

IV. Nightwing

«¿Quién es ese diota caído del cielo y por qué es tan afectuoso con Wally?, se preguntaba Robin».

YJ. Viajes en el Tiempo.

Entonces, Dick tiene un gran trasero—

* ੈ✩‧₊˚

Robin había vivido años combatiendo lado a lado con Batman; había visto miles de cosas, muchas de ellas inimaginables. Batman lo había preparado para todo, para cualquier cosa que la vida le arrojara. Le había enseñado a ser fuerte, ágil, veloz e inteligente; despierto y perspicaz. De mente abierta y creativa; pero...

     Pero, ¿qué podría haberlo preparado realmente para experimentar los efectos del viaje en el tiempo en persona? No, más importante incluso: ¿Qué diablos podría haberlo preparado para verse a sí mismo, de unos veintitantos, en traje ajustado, sonriendo afectuosamente a Wally, su mejor amigo, mientras le dedicaba dulces y empalagosas miradas llenas de ternura?

     Porque, santa mierda, eso era lo que estaba experimentando Robin.

     —¿Puedes repetir cómo llegaste aquí?

     Nightwing (buen nombre, por cierto) asintió sonriendo.

     —Por supuesto, Wally.

     Y ahí iba otra vez la historia sobre aquel villano que lo golpeó en el momento en el que menos se lo esperaba. Wally no dejaba de murmurar cosas, mayormente emocionado por la idea de que viajar en el tiempo fuera tan siquiera posible. De acuerdo, Robin lo admitiría: se veía lindo cuando hacía eso. Pero aquel era un pensamiento privado; entonces, ¿por qué demonios...?

     —Te ves lindo —dijo Nightwing, como si nada, luego de reír. Robin quería colgarse ahí mismo, solo en caso de que eso le cerrara la boca a Nightwing—. Siempre has sido lindo, Wally. ¿No te lo he dicho aún?

     Y Nightwing acarició el jodido cabello de Wally; e hizo una jodida sonrisa cuando Wally se sonrojó por eso; e incluso tuvo el descaro de soltar una jodida carcajada cuando Wally balbuceó algo.

     —Suficiente —masculló Robin. Nightwing le dirigió otra brillante sonrisa—. ¿No tienes algo más importante que hacer?

     —¿Qué podría ser más importante que Wally? —replicó Nightwing. Robin no tenía idea de si era buena o mala señal que Wally no dijera nada—. Y era tan lindo en su adolescencia; déjame disfrutar de esto un poco más.

     Largo, suplicó Robin mentalmente. Quizá fuera algo de ser la misma persona lo que hizo que Nightwing comprendiera; Robin no tenía idea y tampoco le importaba. Nightwing se levantó de su asiento y le sonrió a Robin; luego, le guiñó un ojo a Wally y se fue de allí.

     Nightwing era... Nightwing. Había algo cautivador en él que Wally no sabía explicar. Quizá era esa aura elegante que desprendía, quizá era ese toque adulto y maduro que los años le regalaron, quizá era su sonrisa, quizá era el traje... O quizá era ese espectacular trasero que tenía.

     Wally se quejó de dolor cuando Robin le metió un codazo en las costillas.

     —Es mi trasero el que estás mirando, idiota.