Lo primero que cualquiera vería al entrar en el restaurante de Tonio sería, muy seguramente, a un par de adolescentes compartiendo una mesa, haciendo dudar seriamente sobre el tipo de relación que tenían.
No es que a Tonio le molestara; al contrario, le gustaba mucho esa sensación de ayudar a hacer florecer el amor joven, siendo partícipe (indirectamente) del escenario donde sentimientos y confesiones especiales salían a conocer la luz.
Básicamente, Tonio gustaba de hacer de cupido, así que no se molestaba ni mínimamente cuando Josuke y Okuyasu entraban a su restaurante, hablando de cualquier cosa dentro de su burbuja, donde el universo no existía y era solo un complemento de su propio mundo.
Siguiendo la establecida rutina, Tonio saludó a ambos jóvenes. Como siempre, decidió no hacer preguntas sobre por qué estaban tomándose de las manos; a fin de cuentas, recibiría un simple: «Porque somos mejores amigos», como cada vez que se animaba a indagar.
Los jóvenes podían ser tan ciegos algunas veces.
—Buenos días —saludó Tonio, con acostumbrada amabilidad—, me alegra verlos otra vez.
—¡Buenos días! —respondieron tanto Josuke como Okuyasu. Tonio les señaló la mesa que solían escoger, mesa en la que tomaron asiento.
—El día de hoy puedo ofrecerles una bruschetta italiana, pasta pomodoro, fresas cubiertas de chocolate y una naranjada con granadina —contó Tonio su idea de comida bonita y romántica, aunque ni Josuke ni Okuyasu lo notaron. Tonio tendía a poner el menú, listo para comer, y no aceptaba negativas. Además, sus comidas eran todas distintas y extravagantes; de ninguna manera podrían notar lo que Tonio insinuaba—. ¿Qué les parece?
—Se oye delicioso, ahora tengo incluso más hambre —respondió Okuyasu, con acostumbrado ánimo, como cada que estaban en el restaurante de Tonio.
Josuke apoyó los codos en la mesa y la cabeza en el hueco de sus manos, suspirando soñador.
—Se oye perfecto —dijo Josuke. Tonio asintió.
—Esperen un momento y les traeré la comida —dijo, haciendo una breve inclinación antes de dar media vuelta, para entrar a su cocina.
* ੈ✩‧₊˚
Josuke tomó lo que tenía en el tenedor y lo llevó con cuidado a la boca de Okuyasu, solo porque le divertía hacerlo. Okuyasu comió lo que Josuke le dio, sonriendo.
—¿Sabe bien? —preguntó Josuke, con una sonrisa boba en los labios. Okuyasu asintió.
—¡Bastante! —respondió Okuyasu. Hincó una de las fresas con su propio tenedor, dirigiéndola a la boca de Josuke.
Una amistad completamente heterosexual, por supuesto. No es que alguno hubiera pensado en aquello como una cita, para nada.
Josuke tomó lo que Okuyasu le ofreció, saboreando. La comida de Tonio era disfrutable, sin lugar a dudas; pero lo era mucho más si Okuyasu le hacía compañía.
—Te ensuciaste, bro —dijo Okuyasu, señalando los labios de Josuke. Se acercó y besó la parte cubierta de chocolate, usándola como mera excusa para poder probar los labios ajenos.
Es que era tan agradable besar a Josuke.
—Gracias, bro, pero ahora tú también te ensuciaste —dijo Josuke tomando el rostro de Okuyasu para devolverle el beso. Una mentira, considerando que Okuyasu no tenía nada en los labios; pero Okuyasu no podría saberlo.
Posiblemente Josuke habría lamido los labios de Okuyasu, en lugar de darle un simple beso; pero ese era un nivel de homosexualidad que solo sobrepasaba cuando no había público.
Dejando de lado al par de tórtolos, alguien levantó la mano, indispuesto a seguir dejando que dos adolescentes le recordaran lo frustrante de su vida amorosa.
—¡La cuenta, por favor!
ESTÁS LEYENDO
Loving You [ JosuYasu Week ; 2021 ]
Fanfiction¡La JosuYasu Week 2021 ha llegado! Siete días y siete escritos de este precioso dúo, para llenar el alma con amor y dulzura.