la falla en navidad.

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El azotón de la puerta hizo que Rosse y yo pegaremos un salto.

Iré a verlo ahora regreso —sonreí subiendo las escaleras de caracol hasta la habitación de mi castsño—

Su ropa estaba tirada por la habitación, la puerta de su baño estaba abierta siendo la única luz que resplandecía en ese cuarto.

El agua caía directo en su cuerpo, este mantenía abrazando sus piernas mientras lloraba.

Cariño que tienes?.. —me acerqué a este acariciando su hombro, quitándome la mano de inmediato—

Largo!! —grito y sonreí gentilmente.—

Háblame lindo que a gritos no entiendo principito —me puse de cuclillas al costado de la tina mientras sus ojos celestes permanecían un tanto enrojecidos— quieres hablar conmigo? O prefieres tener tu espacio un rato? —sus ojos se toparon con los míos enseñándome como podía romperse en mil pedazos—

Yo.. necesito estar solo —habló y asentí—

Bien, sabes que puedes decirme si me necesitas ¿esta bien? —deje un cálido beso en su frente y salí del baño, y de su habitación.—

Había pasado una hora aproximadamente y mi castaño se negaba a salir de su cuarto, Rosse se había dormido, y yo era el único que quedaba en el living, estaba exhausto.

Subí las escaleras, mi chico estaba acostado en su cama con su preciado pijama de dinosaurios..

Amaba verlo dormir, en sus sueños siempre estaba sereno, o en la mayoria del tiempo era así, podía descansar de cualquier cosa que le atormentase..

Acaricie su mejilla con sumo cuidado, quitando pequeños mechoncitos de cabello de su fino, y delicado rostro.

Que estas haciendo?! —me preguntó exaltado mientras abría sus ojos de golpe—

Vine a decirte buenas noches —sonreí tomando su mano—

Aquellos ojos que antes siempre me veían con familiaridad, ahora mismo me enterraban en un glaciar de desconfianza...

Que descanses.. —susurro un poco apenado, no pude evitar sonreír—

Te Cielo mi pequeño principito —di un beso en su frente y pude ver como sus ojos brillaron por un segundo, me movi intentando salir de la habitacion pero antes de que eso ocurriese, el me tomo de la muñeca—

Tu.. yo.. ¿Quieres dormir aquí?.. —preguntó y sonreí asintiendo—

Me acosté a su lado mirando la estrellas que dejaba ver el cristal del tejado, mientras el poco a poco se acercaba, ceñi su cuerpo con dulzura entre mis brazos y este habló adormilado.

Veamos.... que tiene que hacer este chico mañana..

Siempre me siento seguro entre tus brazos, son reconfortantes Zack.. —susurro tiernamente—

Tu calor es reconfortante para mi sangre fría, Amo la calidez que emana su cuerpo pequeño todas las noches, no importa si es verano invierno, otoño o primavera, siempre e amado el cálido tacto de sus manos con las mías, su boca, su cuerpo, siempre es tan cálido.

Pensé en medio del cafuné.

Mañana debo preparar el viaje..  —susurro entre dormido—

Que viaje? —pregunté sin dejar de observar las estrellas—

El de Navidad con zack.. —susurro sin más y sonreí tontamente— es un secreto no le digas..

Sabes quien soy? —pregunte jugando con su subconsciente—

Volver Al Pasado. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora