she.

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A las 5am sonó mi celular sacándome de mi sueño.

Hace tiempo no dormía tan bien.

Ahí encima de las cosas de la chica Johnson había un lápiz y una libreta, saque una hoja vacía respetando la privacidad de lo que sea eso y le deje una nota a Matt.

>>Hey, muchas gracias por lo de anoche, me divertí bastante. Tuve que salir temprano por trabajo y no puedo dejarte mi número de celular.
Hunter Wittgenstein.<<

Le dejé la nota en el mesón y salí de su casa con un dolor de cabeza algo terrible, pero nada que no pudiera soportar, mi cerebro es poderoso y si yo digo que aquel dolor es psicológico, lo es. Así funciona mi cabeza y no es algo que mucha gente pueda entender.

llegue al laboratorio, y e ahí la impactante noticia.

Las huellas digitales al parecer son impresas, las dejaron marcadas con grasa, una que aún no podemos identificar —habló la chica con un informe y fotografía de como salió a flote pequeñas burbujas de aceite provenientes del aceite que usaron para dejar aquellas huellas—.







Alguien está incriminando a Zack y a Rosse Jonhson.—hablé y estos asintieron—

Aún no podemos soltarlos, no tenemos pruebas de quién es. —habló otro al final de la mesa en esta reunión—
No tenemos pruebas de quien los incrimina, pero si de que ellos son los incriminados señor. —hablé y este levantó una ceja—

Te estas esforzando demasiado en este caso Wittgenstein, a que se debe? —pregunto y me mantuve sereno, una simple expresión podía derrumbar todo. —

Es mi trabajo señor, nada más. —hablé y este asintió—

El juicio de los Johnson será en 3 días, si no tienes las pruebas suficientes cumplirán su sentencia. —acomodó su papeleo— tenemos problemas más importantes que resolver. —habló y asentí sin rechistar viendo como todos salían de la oficina.—

Maldita sea.

Me subí a mi auto y golpeé el manubrio cansado, esta vez Edward Collins no se saldría con la suya.

Acelere de camino al museo, entre en el callejón con un arma en caso de cualquier cosa, pero si era verdad.. había una cafetería, un cibercafé, con un letrero de mala muerte, que apenas y encendía, el olor a polvo era presente y lo único que se mantenía en perfectas condiciones era la barra donde se preparaba café.

Buenos días jovencito —habló un hombre de gran edad, de cabello blanco y lentes con demasiado aumento—

Gracias por lo de jovencito, ¿como esta? —pregunte amablemente y este sonrió—

Que educado!, dígame en que le puedo ayudar. —preguntó y sonreí—

Verá, soy detective y estoy en busca de información, un chico moreno de metro ochenta, cabello negro y ojos verdes —hable y este sonrió—

Tiene un tatuaje de serpiente ¿verdad? —volteo su cuerpo a la barra preparando un café-—

Si, ese es. —hablé— le importaría si le hago unas preguntas? —sonreí—

Claro que no, toma asiento voy de inmediato. —hablo moviendo su mano en señal de que fuera, al poco rato llego con dos tazas de café—

Los hermanos Johnson, son unos niños muy dulces, venían seguido a mi café todas las tardes durante un año.. —habló mientras escuchaba atentamente— desaparecieron un tiempo de mi café, venían a ayudarme a quitar el polvo de los libros, y a limpiar las estanterías. Un viejo apareció un día preguntando por ellos, pelo blanco y robusto.. me dio su tarjeta —me tendió la tarjeta con el número y nombre de Edward Collins— no me dio confianza, me preguntó por Zack, le dije que no sabia quien era, que mis clientes luego de que vienen no vuelven.. —jugó con sus manos— al tiempo ellos volvieron y me agradecieron por no dar información, pero nunca me explicaron a que se debía —bebió cafe y sonreí—

Volver Al Pasado. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora