Mónaco
8:30 p.m.
- Amor, no estoy seguro de ir a la fiesta disfrazado así
- No jodas Noris, estoy terminando mi maquillaje - solté la brocha que tenía en mi mano, y volteé en dirección al baño
- Es que no se, si soportes que sea el centro de atención por lo guapo que me veo - Lando abrió la puerta, y salió deslizándose, hasta quedar frente mi e hizo una pose rara mientras levantaba los labios tirándome un beso, era verdad su disfraz de Aladdin le quedaba de maravilla
- Hijo de la fregada, casi me da un mini infarto por tus bromas - agarre una de mis brochas y se la aventé, pero el maldito es piloto de fórmula uno, por lo cual tiene tan buenos reflejos que la esquivo limpiamente.
- Un "seré la envidia de todas" hubiera estado mejor, pero me conformo con el intento de asesinato como cumplido - me guiño un ojo.
- Perdón amor, te ves hermoso, seré la envidia de todas y soy la más afortunada - le hice ojitos.
Lando rio y se acercó hasta acorralarme contra la mesa intentando darme un beso, pero me moví rápidamente e hice mi cabeza a un lado, terminó estampando sus labios en mi mejilla, se separó y lo volteé a ver, su cara demostraba indignación total, hasta tenía la boca ligeramente abierta.
- Castigado por bromista - le saque la lengua y pique la punta de su nariz con mi dedo índice.
- Pensé que el intento de asesinato era mi castigo - hizo un tierno puchero.
Maldito estaba intentando hacerme sentir responsable, y que le aceptara el beso, pero no iba a caer, no tan rápido.
- Lo siento bebé, ya sabes que me tomo las cosas un poco a pecho, y tienes que hacer méritos para que te levante el castigo - me encogí de hombros, y me di media vuelta.
Lando, no se había movido de lugar, seguía recargado en el tocador, mirándome fijamente por el espejo, analizando cada uno de mis movimientos, así que empecé a pintar mis labios, dejándolos en un rojo mate muy lindo, lo miré por el espejo una vez que termine, y sus ojos estaban sobre mis labios, así que hice lo mismo que él cuando salió del baño, le tire un beso, logrando que saliera de sus pensamientos.
- Te ves hermosa cariño - dejo un beso sobre mi hombro y otro en mi mejilla.
- Awww eres tan lindo que mereces un premio - me volteé a verlo y vi como sus ojos se iluminaron - pero me acabo de pintar mis labios, y no quiero que se corra el labial por no dejarlo secar bien, así que tendrás que esperar a que me cambie.
Un Lando que segundos antes se veía victorioso a que le levantara el castigo, me volvía a mirar con indignación por haberlo ilusionado.
- Eres mala Sofía - me volvió a hacer un puchero, se enderezo, camino hasta la cama y se dejó caer derrotado, pasando uno de sus brazos por sus ojos.
- Me cambio rápido y nos vamos - me levante, y camine al armario donde tome mi disfraz que estaba colgado.
Fui al baño y me cambié rápidamente, lista con mi disfraz de jazmín, salí lentamente intentando no hacer ruido, y Lando seguía en la misma posición, parecía un niño haciendo un berrinche porque sus papás no le compraban lo que quería, negué con la cabeza y me acerque a la cama, me incliné y deje un beso sobre sus labios.
Me separé y vi como Lando sonreía victorioso.
- Te tengo tan mal acostumbrado - dije dramáticamente.
- Tú lo has dicho no yo - dijo Lando burlón y le di un manotazo ligero en el brazo, pero claramente tenía que hacer un drama.
