Enamorada de un Genio (Spencer Reid y Tú)

Tú

Tras dos días yo y Reid tuvimos que dar la rueda de prensa para presentar el caso.
Fue bastante sencillo controlar a toda la prensa por lo que terminamos muy rápido.

Era la hora de cenar por lo que Spencer y yo decidimos ir a comer los dos solos mientras que los chicos iban a un japonés.
Nos decidimos por ir a un restaurante de comida Italiana cerca de la comisaría.
-Has controlado muy bien a la prensa- dijo Spencer sonriendo mientras nos servían.
-Gracias- sonreí tomando su mano -pero todo fue porque estabas a mi lado. En realidad me moría de nervios-
-No lo parecía- dijo él para darme un suave beso.
-Pues lo estaba- dije riendo.
-Puede que mañana volvamos a casa- dijo él -¿Le has contado esto a tu hermano?-
-Prefiero que se lleve una sorpresa- dije sonriendo -me encanta ver su cara cuando apareces en boxer sin ningún motivo-
-Eres malvada con tu hermano- dijo riendo.
-Se lo merece- dije -por haberte amenazado-

LA cena fue increíble y Spencer fue más adorable que nunca.
Volvimos al hotel a medianoche, nos metimos en la cama y ns quedamos dormidos por el cansancio.

A la mañana siguiente al despertarnos Aaron nos informó de que ya habían atrapado al Sudes y por lo tanto nos marchábamos a las pocas horas.
Llegamos al aeropuerto a las 10 y tomamos asiento.
Spencer parecía bastante nervioso.
-Spenc- dije tomando su mano que temblaba -¿Estás bien?-
-Si- dijo sonriendo.
-¿Entonces por qué estás nervioso?- dije -anoche estabas muy tranquilo-
-No lo sé- dijo besando mi mejilla -tú no te preocupes-
-Vale cielo- dije devolviéndole el beso.

Cuando Tomamos tierra fuimos directamente a mi casa.
Recibí un Sms de Charlie de que llegaría en una hora después de trabajar con los peques.
-Voy a darme una ducha- dijo Spencer quitándose la corbata.
-Vale- dije besándole -iré preparando la comida, los niños van a venir-
-Perfecto- dijo volviendo a besarme -te quiero-
-Y yo a ti- dije dirigiéndome a la cocina.

Preparé lo espaguetis como solía hacer, tenía muchas ganas de ver a mis sobrinos.
Paso un buen rato y Spencer salió de la ducha viniendo a mi lado.
-Mmmm- dijo él besando mi cuello -que bien huele-
-Para- reí -los niños están a punto de llegar-
-Seguramente- dijo antes de que sonara el timbre -voy a cambiarme-
-Vale- dije al ver que eran mi hermano y los niños.

Spencer se fue a la habitación para vestirse y yo fui a abrir la puerta para esperar a los niños.
-¡Tía!- gritaron corriendo a mis brazos al verme.
-Hola mis pequeños- dije riendo estrujándoles -¿Tenéis hambre?-
-Mucha- dijeron a la vez.
-Pues pasad y dejad las cosas en el salón- dije dejándoles entrar para abrazar a Charlie -hola-
-¿Cómo estás?- dijo correspondiendo mi abrazo antes de entrar.
-Mucho mejor- dije sonriendo entrando al comedor.
-Espera...- dijo él -hay 5 platos sobre la mesa-
-Hola Charlie- dijo Spencer ajustándose la corbata detrás de él.
-¿No te dije que dejaras a mi hermana?- dijo molesto.
-Charlie- dije abrazando a Spencer para besar su mejilla -volvemos a estar juntos-
-Bueno...- dijo él -pero como le hagas más daño te mato-
-No lo haré -dijo sonriendo- la amo demasiado-

Los niños se sentaron a la mesa a la vez que nosotros, estaban muy felices de volver a ver al tío Spencer.
De pronto mi teléfono vibró con un mensaje de la librería a la que solía ir porque había llegado mi libro nuevo.
-Chicos tengo que ir a la librería- dije levantándome de la mesa -volveré en media hora-
-¿Quieres que te acompañe?- dijo Spencer.
-No- sonreí -vosotros descansad, no tardaré mucho-

Fui a mi coche y conduje hasta la librería dejándolo aparcado justo enfrente.
Charlotte me atendió enseguida y me dio mi libro perfectamente envuelto.
Volví a mi coche y comencé a conducir tranquilamente.

De pronto noté como alguien ponía una cuerda alrededor de mi cuello y presionaba cortándome la respiración.
Comencé a mover el volante hasta que el coche se empotró contra un árbol haciendo que perdiese el conocimiento.
Cuando me desperté, estaba esposada de pies y manos a una silla en lo que parecía ser un sótano.
Intenté soltar las esposas pero eran de buena calidad y me hicieron heridas en las muñecas.
-No vas a soltarte- dijo una voz femenina.
-¿Tú?- dije -¿Por qué me has traído aquí?-
-Eres un estorbo- dijo la mujer poniéndose frente a mi para que pudiese verla bien -siempre lo fuiste-
-Y tú eres una maldita zorra- dije.

Me golpeó con fuerza haciendo que mi cráneo golpease el suelo con fuerza y del golpe mi labio sangraba.
-No estarías aquí- dijo ella- si no te hubieses metido en mis planes-
-¿Qué planes?- dije yo -No iban a resultar de todos modos-
-Podría haber funcionado si tú no estuvieses en medio- dijo levantando mi silla para apuñalarme en la zona abdominal -pero descuida yo me encargaré de que nadie te extrañe y menos Spencer-
-Ashley...- dije antes de gritar cuando sacó el cuchillo.
-Puede que te retenga más tiempo- dijo ella -siendo solo tú jamás me van a encontrar y quiero divertirme-
-No es mi culpa- dije -Yo y Spencer comenzamos nuestra relación antes de que tú aparecieses. La única que estorbaba era tú, intentaste que terminara mi relación con Spencer pero no lo conseguiste-
-¡Cállate!- dijo volviendo a golpearme con fuerza -jamás saldrás de aquí y nadie te va a encontrar-
-Por supuesto que me van encontrarán- dije escupiendo sangre -Spencer moverá cielo, tierra, mar y aire solo para que vuelva a su lado-
-No estamos en Quantico preciosa- dijo ella -aquí es imposible que te encuentren-
-Seguro que si- dije sonriendo -irás a la cárcel y yo continuaré mi maravillosa vida con Spencer-
-No- dijo clavando una aguja en mi cuello -dulces sueños querida-

Poco a poco noté como mis ojos comenzaban a pesarme y poco a poco se fueron cerrando haciendo que mi cabeza cayera hacia adelante mientras Ashley se alejaba para subir las escaleras.