Canguro

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Pasaron unas semanas desde que mi hermano llegó a la ciudad, Kate dejó la BAU y las cosas entre Reid y yo seguían sin ser como antes.
Cuando trabajábamos juntos, Hotch siempre intentaba que estuviésemos separados para no crear tensiones.

Aquel día, yo estaba de canguro de Cindy y Peter.
Como no teníamos casos en la BAU, decidí llevármelos al trabajo hasta que sus padres volviesen.
Ellos estaban muy emocionados de ver mi nuevo lugar de trabajo y conocer todo lo que hacíamos allí, además Henry el hijo de Jennifer también estaba allí y era su compañero de clase así que se harían más amigos.
-Hola- dije entrando a la sala de la mesa redonda con los niños.
-Hey- Dijo Morgan chocando las cinco con los peques -¿Cómo estáis chicos?-
-Bien- dijeron sonriendo.
-Hola- dijo Henry entrando corriendo -¿Y mi padrino?-
-Todavía no ha llegado cielo- dijo J.J. riendo -pero llegará enseguida-
-Vale- dijo Henry con una hermosa sonrisa -chicos he traído mi nintendo-
-Guay- dijo Peter -nosotros también con los Pokémon-

Los niños se sentaron en unas sillas para jugar juntos, nos encantaba verles ayudarse mutuamente, aunque Henry sobretodo ayudaba a Cindy.
De pronto Spencer entró por la puerta con varios cafés y donuts, lo raro es que se había cortado el pelo casi del mismo modo que Benjamin pero más corto.
Estaba increíblemente guapo, aunque está hermoso de cualquier forma.
-Buenos días- dijo sonriendo.
-¡Padrino!- dijo Henry corriendo a darle un abrazo.
-Hey hombrecito- dijo achuchándole -¿A qué estáis jugando?-
-¡Pokémon!- dijeron los tres a la vez.
-Uh que guay- dijo riendo revolviendo su cabello.
-¿Ya le has dicho eso a (T/N)____?- dijo Henry sin darse cuenta de que estaba allí.
-Henry- dijo Reid poniéndose rojo como un tomate.
-¿El qué me tiene que decir Henry?- dije sonriendo.
-Que le perdones- dijo con una tierna sonrisa.
-Mmmmm, no sé yo- dije mirando a Jen sonriendo -tu padrino fue muy malo conmigo-
-Además- dijo Jennifer -es mejor que se lo pida él en persona-
-Venga- dijo Henry dándole un leve empujón.

Spencer se puso frente a mí y se sentó sobre la mesa con las mejillas algo sonrojadas.
-Lo siento- dijo suspirando -fui un completo idiota haciéndole caso a Lila en vez de a ti. Me comporté como un capullo y fue un imbécil... ¿Podrás perdonarme?-
-Está bien- dije -con una condición-
-¿Cuál?- dijo sonriendo.
-Que me vuelvas a invitar a cenar- dije -está vez solos-
-De acuerdo- dijo para luego abrazarme.
-Awwwwwwww- dijeron todos sonriendo.
-Dejarlo ya- dijo Spencer riendo.

García entró corriendo en la sala con unos papeles y su lápiz de memoria.
-Chicos tenemos un caso- dijo ella haciendo que las fotos apareciesen en la pantalla -dos hombres llamados Stephan Carter y Blake Harris ambos de 40 años residentes en las Vegas, tú ciudad Reid. Los dos participarían en el torneo de póker que se celebrará el Martes en el Bellagio y eran muy buenos. Los dos aparecieron en el desierto con un disparo en la frente y signos de haber sido golpeados antes de morir-
-Casi el 90% de los participantes del torneo son masculinos- dijo Spencer -por lo que buscamos a un varón-
-Seguramente a uno que no se le dé mal el póker- dijo Morgan -de la misma edad que las víctimas-
-También debe de tener bastante dinero porque en ese torneo de deben invertir 50.000 dólares- dijo Jennifer.
-Necesitaremos a alguien que se infiltre en el torneo- dijo Hotch.
-Alguien a quien se le dé bien el Póker- dijo Rossi.

De pronto las miradas de todo el equipo se centraron en mí, aquello daba algo de miedo.
-(T/N)______- dijo Hotch -esto debes hacerlo tú-
-¿Yo?- dije -¿Por qué no Spencer?-
-Porque eres mejor que yo- dijo Reid -además cuentas con un buen factor de distracción-
-¡Spencer!- dije golpeando su mejilla con suavidad cuando Morgan escupió el café para desternillarse de la risa.
-Lo siento- dijo riendo.
-¿Lo harás?- dijo Aaron.
-Si- dije -pero no tengo 50.000 dólares-

Todas las miradas pasaron de mí a David y el giró los ojos en señal de pesadez.
-¿Y por qué tengo que ser yo?- dijo.
-Porque eres un gran novelista- dijo Morgan -y esa cantidad no es mucha para ti-
-¿Cómo lo sabes?- dijo él.
-Las estadísticas de tu venta de libros indican...- dijo Spencer.
-Cállate Reid- dijo él -espero que no pierdas mi dinero-
-Tranquilo- dije sonriendo -traeré más cantidad de la que me llevé si gano el bote más lo que acumule en las partidas-
-Salimos en 2 horas- dijo él -el tiempo necesario para que devolváis a los peques-
-Gracias- dijimos yo y J.J.

Cuando estábamos entrando en el ascensor, Spencer vino corriendo.
-Hey (T/Apellido)_______- dijo jadeando -¿Puedes llevarme?-
-Claro- dije sonriendo -si quieres puedo invitarte a comer con nosotros-
-Comeremos espaguetis- dijo Cindy -Con albóndigas de la tía-
-Están muy ricos- dijo Peter.
-En ese caso no me puedo resistir- dijo sonriendo -pero primero pasaré por mi casa para agarrar las maletas-
-Vale- dije sonriendo.

Cuando Spencer consiguió sus maletas fuimos a mi casa, era la primera vez que venía y estaba maravillado.
-Que gran colección de libros tienes- dijo mirando las estanterías -y perfectamente ordenados por temas-
-Si- dije -mi padre me enseñó a hacerlo cuando era una niña, desde entonces siempre los ordeno así-
-¿Quieres casarte conmigo?- dijo emocionado.
-¿Qué?- dije algo Shockeada.
-Es una expresión- dijo sonriendo.
-Dios que susto- dije con una leve risa -sería demasiado rápido-
-Tía tenemos hambre- dijeron los niños.
-1 hora para jugar a la playstation- dije dándoles los mandos -ya sabéis donde están los juegos-

Los niños corrieron a un baúl donde tenía todos mis videojuegos y se pusieron a elegir.
Mientras tanto yo y Spencer fuimos a la cocina para preparar la comida.
Me encantaba volver a pasar tiempo con Spencer y más aún en mi casa como si fuésemos amigos desde siempre y no nos hubiésemos peleado nunca.
Cuando estábamos moldeando las albóndigas mientras los espaguetis se cocían escuchamos unos pequeños pasos detrás nuestro que nos descentraron-

Enamorada de un Genio (Spencer Reid y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora