Tupananchiskama (Vegaspete)

2- No quiero tenerte cerca

Fue una noche de invierno en la cual se conocieron. Una fiesta en casa de la pareja de Porchay, su amigo, un encuentro impostergable. Allí, rodeado de gente y con la música tan alta que apenas podía oír sus propios pensamientos fue que lo conoció. Caminaba entre la gente buscando a su amigo- el único que conocía allí, el único que lo salvaría de su noche aburrida rodeado de extraños- cuando lo vio.

Como si de una entrada de película se tratara, el castaño entro en el cuarto y se recargo contra el marco de la puerta. Su vista abarco el sitio mientras varias personas se acercaban a saludarlo o lo hacían desde la distancia. Su remera blanca, jeans azul oscuro y chaqueta de cuero lo volvían un cliché, pero sus facciones, la intensidad de su mirada y la forma en que dominaba el cuarto lo hacían ver como una fuerza poderosa. Congelado por la forma en que ese desconocido impactó en él, apenas pudo moverse. La expresión "sexy como el infierno" llego a su mente, ese hombre lo describía perfectamente. No dejo de verlo, no cambio su expresión de asombro y así fue como Vegas lo descubrió. Sus miradas se cruzaron, sus lobos de alguna forma se reconocieron y pronto el gran y peligroso alfa estaba caminando hacia él, ignorando todo y a todos y dejándole ver con solo una mirada brillante que se había vuelto su presa.

Deteniéndose frente a él, Vegas le dio una mirada de lado, lo evaluó de forma tan obvia que el pelinegro trago nervioso. Sus ojos volvieron a encontrarse y Pete supo que estaba perdido.

-Soy Vegas ¿Y vos? - sonrió

-Pete- lo vio recargarse en la parte trasera de un sillón, su mirada no lo dejaba.

-Pete, bello nombre, bello omega- sus brazos se recargaron sobre el sillón dejando una pose relajada que lucía sus brazos, aun con esa campera, el borde de esta cayo un poco dejando ver su hombro bien formado, Pete estaba fascinado- ¿De dónde saliste? No te había visto antes, estoy seguro de eso, conozco a todo aquí, pero vos...- mordió su labio ganando la atención en esa zona- recordaría tu rostro, tu aroma, es adictivo.

-yo soy... amigo de Chay- al ver la mirada confusa agrego- Porchay, el... novio de Kim, él es el dueño del departamento.

-oh si, conozco a Kim- sonrió- es mi primo- Pete pensó en hablar, pero el castaño se movió rápido. Su mano tomo la cintura del pelinegro tirando de él hacia su propio cuerpo, un jadeo salió del omega bañado en sorpresa- ¿Queres tomar algo? Te traeré lo que sea.

-no tomo alcohol, no me gusta y es malo para la salud- lo vio sonreír y se puso nervioso ¿Pensaría que era tonto o infantil? Tendrían a tildarlo de esa forma.

-corazón, todo en exceso es malo para la salud, incluso el sexo ¿Sabias?

-¿Por qué?- como si se encontrara en un sueño sintió que lo inclinaban hacia el alfa, su mente solo pensaba en lo que ocurría, su vista fija en el castaño.

-¿Por qué?- rio, tirando de él aún más hacia su cuerpo, sus rostros casi se tocaban- podría explicarte, pero sería más fácil demostrártelo.

Pete reacciono entonces, alejándose y frunciendo el ceño, como si recién hubiese notado las obvias intenciones del castaño.

-no voy a acostarme con vos.

-¿No? Yo creo que lo vas a hacer y es más, lo vas a amar- se levantó dando un paso hacia él, el omega no sabía que hacer ¿Por qué no huía? Ese tipo le tenía ganas, era obvio, pero él no buscaba algo de una noche, no era de esos chicos que andaba libremente y podía tener sexo sin amor... ¿O tal vez...?- vamos, puedo ver esa cabecita pensarlo, lo queres, yo también ¿Por qué negarlo? No está mal hacerlo cuando ambos quieren.

Pete lo vio incrédulo, la forma en que actuaba y lo que decía mostraba como ese alfa estaba acostumbrado a dominar todo, él siempre conseguía lo que quería ¿Podía negarse entonces?