Capitulo 4

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Desde que llegué a este continente, los problemas siempre han estado presentes.

Desde comida que sabe a mierda, falta de refugio, monstruos mágicos que han llegado casi a matarme, mi falta de comunicación, entre otros problemas que han sido un dolor de cabeza. He enfrentado a seres muy fuertes que me han dejado más idiota de lo que era, pero supongo que estar aquí ha servido de algo. Me he vuelto más fuerte.

Actualmente me encontraba en camino hacia las afueras del continente demoniaco, gracias a que me tocaba investigar sobre ciertas aldeas. Siempre encontraba algún texto que leer, muy pocos fueron libros debido a su costo. Pero gracias a los fallos y fallos, pude aprender un poco más de lo básico sobre este idioma tan complicado. En el camino, pedí indicaciones sobre dónde encontrar ciertos objetos que me serían útiles, luego fue para acercarme cada vez más hacia mi objetivo. Busqué, luché contra bestias mágicas, adquirí experiencia y quizás lo más importante: cómo salir de este maldito lugar.

Tenía más o menos un plan trazado. Pasarían años hasta que llegase a las afueras del continente, luego merodear por el continente central y convertirme en un aventurero para ganar dinero y luego quizás comprar una casa. Todo estaba elaboradamente planeado, o eso parecía.

"Hmm?"

A lo lejos logré visualizar una silueta, ¿o quizás dos? La neblina no me dejaba ver con mucha claridad. Más temprano que tarde esa neblina se disipó y pude ver con claridad esta vez. Era tan solo una persona, era un tipo con cara de malhumorado, ¿pelo blanco? Parece gris, esa mirada me da escalofríos. ¿Espera ya me vio? ¿Tan rápido? Quizás solo sea un viajero, pero algo es extraño en el ambiente. Más bien, ese hombre me pone de los nervios, mis ojos me dicen que ese tipo es peligroso. Su maná es gigantesco, Ludeus poseía esa cantidad o más, no bajaré la guardia, no es la primera vez que intentan robar mis pertenencias o matarme. La gente mala las encuentras por todas partes. Fue un fastidio limpiar la sangre impregnada en mi ropa, pero se volvía una pequeña costumbre.

A comparación de antes, ahora poseía más experiencia en ciertas circunstancias. Había crecido bastante desde que caí en este lugar. Fueron 4 largos años, cada día se sentía eterno, hasta pareciera que el tiempo pasa más lento aquí, pero eso solo se debe a que el cielo no cambiaba mucho.

Se acercaba cada vez más y más, espero no tener que luchar contra él.

"Otro más... mi maldición no parece tener efecto en ti." Fue lo que dijo el hombre espeluznante.

"¿Maldición? ¿Acaso estás maldito?"

Estará hablando de las maldiciones de mi mundo. ¿Quizá habrá sido un alto mando del mundo de la hechicería? Él está hablando el idioma demonio, pero puedo entender lo suficiente.

"Hay algo que no entiendo, no te he visto antes. ¿Quién eres?"

"Verhes Greyrat, ese es mi nombre, aunque quizás lo cambié."

"¿Greyrat? ¿Eres familiar de Paul Greyrat? ¿Eres algún hermano?"

"Para mi mala suerte, es mi padre."

"Imposible, Paul solo debería tener un hijo y dos hijas..."

"¿De qué rayos estás hablando?"

"Responde, ¿te suena de algo el susodicho "Dios-Hombre"?"

"Dios-Hombre? Mmm, quizás lo haya conocido. Lo siento, pero soy malo recordando nombres."

"De igual forma, no tiene sentido dejarte vivir, así me evitaré algunos problemas."

Luego abrió la boca y lo siguiente que escuché fue un grito tan potente que fue suficiente para aturdirme. No tuve tiempo de desenvainar mi espada ni de usar Touki. Ni siquiera vi cuando fui atravesado en el pecho, ¿una espada? No, fue con sus garras, estaba claro que este tipo no era humano.

ɪɴꜰɪɴɪᴛᴇ 𝘔𝘶𝘴𝘩𝘰𝘬𝘶 𝘛𝘦𝘯𝘴𝘦𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora