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Pov's Ariana ;

— ¡Mocoso, ten cuidado, apenas y conoces está ciudad! — Le dije al menor, quien iba a salir con sus nuevos amigos, que por suerte vivían cerca.

— Sabes que estaré bien, además Edgar sabe completamente la ciudad. — Sacudí su cabello en forma de juego, mientras ambos nos dirigimos a la puerta, yo a cumplir mi turno, y el a divertirse.

— Ya te veo mucho mejor. — Dijo este, con una sonrisa — Mocoso, tu eres el responsable de esta sonrisa que tengo todos los días. — Soltó una carcajada abrazando mi cuerpo.

— Ariana, me dijiste que me ibas a contar del hombre que te trae loca. — Suspiré, hace exactamente una semana le había comentado del mayor, Tom.

Y ahora le debo algo.

— Mhm, ¿Tom? — Este asintió — No lo sé, bri me está ayudando en eso. — Charlamos mientras seguíamos caminando.

— Me lo tienes que presentar. — Asentí no tan convencida, cuando lo vea y me vea a mi, seguro quedará boqui abierto por la diferencia de edad, aunque no sabía perfectamente que era con Tom, ¿Más allá que el más allá?, ni idea.

— Hola Briana. — Saludé a esta, y me agache a la altura de mi hermano — Mocoso, portate bien, ten. — Le extendí dinero, y este feliz me abrazo, dando un pequeños beso sobre la mejilla.

— Se cuidarme solo, adiós. — Se despidió, lo observe por la ventana, feliz con su grupo de amigos.

— Ariana, tienes que atender a alguien, ya empezó tu turno. — Asentí, poniendo el delantal del trabajo, agarre mi pelo y me puse en la caja.

— Buenos días, ¿Que se le puede ofrecer? — Dije, aún sin mirar a la persona.

— Me gustaría una cita. — Levanté un ceja, levanté la mirada, aún sin creer.

— T-Tom.. — Este sonrió — ¿Como esque estas aquí? — Briana apareció a mi lado.

— Una amiga tuya fue de gran ayuda. — Le dedico una sonrisa.

— ¿Es encerio? — Ambos asintieron — Además Ari, hoy tienes día libre. — Briana quito mi delantal.

— Y como dijo el, una cita pidió. — Soltó la moña de mi cabello, mientras lo arreglaba.

Tom extendió su mano, me sentí confiada y tome de esta.

— ¿Como esque lograste encontrarme? ¿Estrategias? — Reí.

— Por supuesto, era tu profesor de matemáticas, ¿Como crees? — Hizo la misma acción, abrió amablemente la puerta del local y dejó me dejó pasar primero.

— Es raro.. — Dije, agachando la mirada — ¿Que es raro? — Dijo Tom, soltando mi mano.

— Es algo que no puedo explicar. — Tom tomo ambos de mis hombros — Linda, con migo puedes contar lo que sea. — Cerré los ojos dando un suspiro largo.

Sentí el cuerpo de Tom abrazándome, su respiración se escuchaba en mi nuca.

— ¿Yo le gustó? — Dije repentinamente.

𝗧𝗲𝗮𝗰𝗵𝗲𝗿'𝘀 𝗣𝗲𝘁 ; 𝖳𝗈𝗆 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora