Ana

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Está Historia es un poco más Diferente a las qué subo Habitualmente :3, espero y les guste uwu.
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El Temor Inyectado


En una vibrante ciudad llamada Silverwood, vivía una joven llamada Ana, de 25 años. Ana era conocida por su espíritu aventurero y su amor por el misterio.

Un día, mientras paseaba por las bulliciosas calles de Silverwood, Ana sintió un escalofrío recorrer su espalda. Se dio cuenta de que había una feria de terror en la ciudad.

Al llegar a la feria, Ana se encontró con un misterioso espectáculo de horror llamado "La Cámara de las Agujas". Intrigada y decidida a superar su temor, decidió entrar.

Dentro de la cámara, se encontró con un escenario oscuro y siniestro. Un médico de aspecto aterrador apareció y le dijo: "¡Bienvenida, Ana! Estás aquí para enfrentar tus miedos más profundos". Ana sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras el médico se acercaba con una jeringa en la mano.

Con voz temblorosa, Ana le dijo al médico: "Sé que es solo un espectáculo, pero las inyecciones me aterran. Siempre he tenido miedo de ellas desde que era pequeña".

El médico, con una sonrisa malévola, respondió: "Oh, querida Ana, las inyecciones pueden ser mucho más aterradoras de lo que imaginas. Permíteme mostrarte el verdadero terror".

De repente, las luces se apagaron y Ana se encontró en una sala de hospital. Escuchó voces susurrantes y llantos de dolor. A su alrededor, había personas en camillas, temblando de miedo.

Una enfermera siniestra se acercó a Ana y le dijo: "Es hora de enfrentar tu mayor pesadilla, Ana. Prepárate para la inyección". Ana intentó huir, pero se dio cuenta de que estaba atrapada en aquel lugar macabro.

Con lágrimas en los ojos, Ana gritó: "¡No puedo hacerlo! Tengo tanto miedo de las inyecciones, por favor, déjenme ir". Pero la enfermera se acercó lentamente, sosteniendo una jeringa llena de un líquido oscuro y desconocido.

Justo cuando pensaba que todo estaba perdido, un grito resonó en la sala. Era su amigo de la infancia, Lucas, quien había seguido a Ana hasta la feria. Lucas irrumpió en la sala y gritó: "¡Dejen a Ana en paz! Esto no es más que una cruel manipulación".

El médico y la enfermera se miraron con sorpresa y huyeron del lugar. Ana y Lucas se abrazaron aliviados, sabiendo que habían escapado de una pesadilla.

Después de ese escalofriante episodio, Ana se dio cuenta de que su miedo a las inyecciones era solo eso, un miedo infundado. Decidió enfrentar su temor de manera real y programó una cita con su médico para recibir una vacuna.

En el consultorio médico, Ana se preparó mentalmente y respiró profundamente. El médico, sabiendo de su miedo, fue extremadamente amable y le explicó el proceso paso a paso. Para sorpresa de Ana, la inyección fue rápida y apenas la sintió.

FIN

Miedo a las InyeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora